FUEGO +18 [2] ✓ [Borrador]

41° Mi mayor logro

Arabella

Bajamos en el ascensor nosotros solos ya que el voyeviki baja por las escaleras porque así lo pidió su Boss. Akem detiene el elevador para luego venirse hacia a mi devorando mi boca con posesividad; quita mi abrigo y este cae al suelo. Observa mi cuerpo con veneración, llevo una camisa manga corta azul cielo y una falda de lápiz de cuero color marrón. Tira de los botones de la camisa quedando con el brasier.

Saca mis senos de este y sin más adentra uno en su boca mientras que el otro lo acaricia con sus dedos. Jadeo sintiendo como el calor se apodera del ambiente, miro hacia un lado y nos vemos en el espejo. La imagen que muestra me excita por lo que agarro por la barbilla y meto mi lengua en su boca. Él gruñe en mi boca excitado, dirijo mis manos hacia su correa a cual quito rápidamente, acaricio el bulto que está entre su ropa interior.

El me gira quedando mi rostro pegado al frío metal del elevador. Baja el cierre de la falda y la baja lentamente con seducción, inquieta hecho el culo hacia atrás para ser atendida de una vez por todas pero él disfruta mi desespero.

— ¿La quieres adentro, señorita Duarte? — juega con el elástico de mi braga.

— ¿Te excita torturarme, señor Ivanov? — le sigo la corriente — Quiero tener tu polla dentro de mi complaciendome, haciéndome gemir tu nombre y sentir como te corres en mi. — digo entre jadeos.

Akem gruñe por lo bajo pero logro escucharlo. La braga hace "Crack" al romperse. Un gemido se escapa de mis pulmones agitada por lo que está ocurriendo y lo que seguirá pasando.

Su mano va hacia mi centro empapado, separa mis pliegues vaginales despacio. Coloca la punta de su polla en la entrada de mi culo y me tenso, mi corazón late con fuerza y mi respiración se corta.

— Aaa.. Akem. — susurro

— Tranquila pequeña, aún no. — besa mi nuca — Todavía no.

Pone la cabeza de su verga en la entrada de mi núcleo, me penetra lentamente y aunque follamos prácticamente todos los días aún sigo adaptándome al tamaño de su miembro. Se queda allí quieto esperando que mi vagina se dilate por el grosor. Entonces comienza a embestirme, sitúa su mano en mi cuello ahorcándome.

Me gusta que me trate así, con descontrol.

Que sea quien es.

Que me folle con salvajismo.

Gimo con la cara pegada al metal, acaricio mis pezones adoloridos con una mano mientras que la otra me apoyo de la pared. Entra y sale de mí con brusquedad produciendo que arquee la espalda.

— La manera en que te entregas a mí me está volviendo loco. Solamente al verte me colocas cachondo. Eres tan altanera y eso... — azota mi culo tres veces — me fascina.

— Ssss.... si. — gimoteo.

Las piernas me empiezan a temblar y este me agarra para no caer. Él sigue arremetiendo en mi, continuo viendo nuestros cuerpos siendo uno en el espejo y ver cómo sus brazos se prensan con la camisa, como gruñe cerca de mi oreja, como sus manos magrean mis senos y nalgas hace que me corra inmediatamente. Unas embestidas más y se corre el dentro de mi.

Mi núcleo está chorreante por nuestros fluidos y baja por mis piernas. Luego de componernos lo dos empiezo a arreglarme y saco un paquete de toallitas húmedas para limpiarme. Ya que el rompió mi braga el frío se acuna entre mis piernas estremeciéndome. La cara me arde y no se porque ando sonrojada.

Quizás por lo intenso que fue.

A lo mejor por el calor en que se transformó el ambiente.

O es posible porque esta es la hora de salida de los empleados y solo un ascensor está funcionando y este está en pausa en un piso.