18° Verme arder.

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Arabella

Bajé a desayunar para ver si así calmo el cabreo que tengo. Ese maldito idiota me ha dejado con las putas ganas dos veces y no crea él que la tercera es la vencida; Jimena le está dando de comer a los mellizos en el gran jardín, mientras que yo estoy desayunando con la señora de servicio en la cocina. No comeré con él y ya verá como me las cobraré, la señora Andreina tiene un sentido del humor increíble, es una latina de nacionalidad mexicana. Es una morena de cabello negro y lacio, solamente he hablado con ella ayer en la noche y hoy, parecieramos comadres de toda la vida.

- Andreina ¿haz visto.... - entra Akem con el móvil en la mano que al verme corta lo que iba a decir - aquí estás pequeña. - sonríe.

Se acerca a mí para darme un beso y le hago la cobra, el arruga la frente por el rechazo que le acabo de hacer delante de la empleada. Me levanto del taburete, me despido de Andreina y salgo de allí para subir a recoger mi bolsa; Akem sube rápido impidiendo el paso.

- Amor no te molestes conmigo - me coge por el rostro - te advertí que te castigaría si decías cosas que no son.

- A mi también me encanta advertir Akem - me suelta cuando lo llamo por su nombre - dije que me las pagarás y así será, guerra avisada no mata a soldado. Así que quítate de mí camino que tengo trabajo que hacer.

Él se aparta anonadado por mis palabras pero cuando iba a mitad de subir las escaleras su notificación hizo que quedara inmóvil.

- Me iré a Rusia por unos días, tengo algunas cosas que resolver - me giro - lo más posible es que llegue el domingo.

- Si vete, porque si sigo viendo tú cara te romperé la cabeza con un bate - me encojo de hombros - Chiara llega esta tarde ya que se quiere distraer de todos los casos que ha tenido, el Bufet la tiene loca - el asiente - esta noche salimos de juerga.

- Tú no vas a salir de juerga - espeta molesto - aquí tienes todo ¿para qué irte a otro lugar?.

¿Y este cree qué me manda?.

Lo ignoro y sigo con mi camino. Me adentro en la habitación para darme un último retoque; por el reflejo del espejo observo ha Akem a recostado de la pared, no voy a negar que si me pega un poco la distancia que vamos a tener por unos días, no me gusta depender de nadie pero él es la única persona que siento que debo confiar. Quizás éste espacio me deje pensar mejor las cosas, a la vez noto que mi pronta decisión sobre venirme a vivir con él es una locura. Él dice que lo conozco pero no tengo ningún recuerdo en mi mente, se que tiene razón porque mi tío Valentín, Franco y Chiara me hablaron muy bien de Akem pero por Dios es un mafioso, puede manipular a cualquiera a su antojo.

¿Estará sucediendo eso?.

Unas cálidas y grandes manos pasan suavemente por mi nuca apartandome el cabello a un lado; se agacha un poco para oler mi fragancia, su respiración impacta en mi cuello haciendo que una corriente pase por todo mi cuerpo. Sus habilidosas manos pasan por la abertura de mi camisa blanca quitando el primer botón dejando a la vista mi sujetador, su lengua recorre mi oreja; me levanto y seductoramente lo llevo hasta la cama, me quedo horcajadas sobre él besando su clavícula. Con una gomita amarro mi pelo en una coleta alta, desesperado empieza a quitarse el cinturón del pantalón; cuando ya se baja la cremallera de este, me acerco hasta la tela de su boxer, él se acuesta en la cama muy cómodo. Por estar ciego por el deseo no se percató que encima del colchón está mi bolsa, me levanto, la cojo y sonrío.

- No juegues con fuego querido Akem - digo burlona - porque te quemaras y por lo visto te gusta verme arder - me acomodo la camisa - nos vemos el domingo.

Me giro y salgo de allí. En la sala de estar me encuentro con mi dúo favorito, Kaem gatea por todos lados pero la alegría llega a mí cuando veo a mi princesa Saskia levantarse y caminar hacia a mi poco a poco. Me agacho y con los brazos abiertos la recibo; es una gran satisfacción ver el progreso de cada uno de ellos. Kaem ya dijo sus primeras palabras mientras que mi nenita ya dió sus primeros pasos, la sonrisa la tengo pegada en el rostro, por ellos es que sigo de pie, por ellos me levanto con la esperanza de ser la misma de antes aunque cuando ya tienes muchas heridas nada será igual, podrá cicatrizar pero cuando las veas te darás cuenta que fuiste lastimada por personas que tú creías que te querían.

FUEGO +18  [2] ✓ [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora