56° Por el resto de nuestras vidas

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Arabella

La llegada de diciembre es muy triste y avasalladora. Este mes es en el que te das cuenta que cosas has hecho en el año y me duele decir que este año ha sido unos de los peores de mi vida. Descubrí que por un año fui engañada, utilizada y memoria borrada; mi cuerpo es un mapa lleno de cicatrices que a escondidas de Akem me observo en el espejo de cuerpo completo para aborrecerme a mi misma y a todos los que me dañaron.

Tuve una perdida, fui secuestrada y torturada. De mi vida se fueron cuatro personas que amo con todo mi corazón y su ausencia, me lastima.

Me imagino que se preguntaran ¿Que paso con Akem al saber que huiste?

Aqui les contare las idioteces que hizo Akem, por algo es mi idiota ¿No?

Luego de que la pelirroja me contara todo el peligro en el que estoy atrapada me quise venir inmediatamente a Rusia. Aunque para desplomarme puede ser en cualquier lugar en el que me encuentre pero Rusia me da una seguridad que no había sentido en mucho tiempo. Tengo que cuidar a mi duo dinamita y a esta pizza que cada día quiere ser de tamaño familiar.

— Belleza vente conmigo. Sabes perfectamente que te protegeré a ti y a los niños. — me miro la pelirroja cogiendo mis manos — Nos podemos ir lejos de todos.

— Tengo una familia, tienes que tener en cuenta eso. — recalque — Aprecio lo que haces por mi pero tengo un esposo que me ama y yo a él, gracias a él disfruto la dicha de ser madre y para serte sincera, me enamore perdidamente de mi idiota. — sonreí encogiéndome de hombros — Prometí estar con él sin importar las circunstancia y mantendré mis votos matrimoniales.

Ella me miró resignada y me envolvió en un cálido abrazo, un abrazo que no sabía que necesitaba pero me transmitía paz. Horas más tardes la pelirroja y su acompañante me dejaron unas cuadras antes del ático y caminé pensativa hasta llegar a una esquina. Ahí estaba parado Sebastián dándole órdenes a otros voyeviki pero al verme cruzar la avenida se dirigió a mí inmediatamente.

— Mi señora — dijo al estar a pocos metros de mi —. No sabes el susto que nos dio a todos, el Boss está que mata a todo aquel se le atraviese.

— Era de esperarlo — hice una mueca —, pero no me arrepiento de lo que hice.

Él iba a comentar algo pero yo seguí mi camino haciéndolo callar rápidamente. Llegando a la puerta principal del ático, Akem venía saliendo con Raul detrás; al verme sana y salva corrió hacia mi sin importarle su preocupación y acto de afecto delante de sus soldados. Sus fuertes brazos invadieron todo mi cuerpo haciéndome enrollar mis piernas en su cintura cuando me alzó al aire.

— Como siempre colocando mi mundo patas arribas Arabella. — susurro en mi oreja para que solamente lo escuchemos nosotros dos — Pensé lo peor, pequeña. Me niego que te arrebaten de mis brazos.

— Estoy aquí amor. Estoy junto a ti, siempre lo estaré. — beso su mejilla

En ningún momento me soltó y subimos así al elevador hasta llegar a nuestro piso. Akem se encaminó a nuestra habitación y cerró la puerta para tener privacidad, me dejó sentada en la orilla de la cama y cogió de la mesita de noche el anillo de compromiso.

Se situó delante de mí tratando de tener la total paciencia, cosa que su rostro enrojecido señaló que no lo estaba logrando. Mostró el anillo para que explicara pero de mi boca no salió ni una palabra, era como si me hubieran comido la lengua.

— ¿Dónde estabas que no querías que supiera tu ubicación? — espeto lleno de rabia — ¿Que me estas ocultando Arabella Duarte?

— Yo.... — buscaba que decir y pensar.

FUEGO +18  [2] ✓ [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora