FUEGO +18 [2] ✓ [Borrador]

9° Entre amigos

Akem

Jamás sacearé estas ganas que le tengo a mi pequeña, algunos me podrán tachar de que solo estoy con ella por su forma de follar pero la verdad es otra. Estoy enamorado de su alma tan humanitaria, es una mujer decidida, arrogante, creída y sensual pero así quedé prendido desde el momento que coincidimos en la calle. Sus ojos azules zafiro te hipnotizan y ya no puedes echarte para atrás, su sonrisa irradia pura luz, sus labios parecieran que fuera la fruta prohibida porque te incitan a pecar.

Ella ahorita se encuentra en la pequeña recámara de mi jet privado, me preocupa los mareos que ha tenido. Primero fue en la gala y ahora hoy; algo en mí dice que son los efectos del coma pero...

¿Y si está embarazada?.

El maldito de Owen se las verá conmigo, si por mi fuera lo matara de una sola vez pero ese no seria castigo suficiente para ratas como él. Por lo que estuve averiguando, ese infeliz se llena la boca diciéndole al mundo que su vida es perfecta; que tiene una mujer que lo ama y unos niños que lo adoran. Por ese motivo no lo he matado porque quiero ver como su mundo de fantasía se viene en picada. El bocaza de Iván es otro cantar, su felicidad es el Hospital Clínic de Barcelona dónde soy dueño de  todo, le haré la vida imposible hasta matarlo.

La niñera de mis hijos anda pensativa viendo a través de la ventanilla. No se si fiarme de ella pero la manera que es entregada con los mellizos da mucho de que hablar de su persona.

- Jimena - la llamo - siéntate aquí - le señalo el asiento que está enfrente de mi, ella con timidez lo hace - cuéntame ¿como llegaste a ese nido de locos?.

- El señor Valentín me contrató - la miro para que siga hablando - yo estuve con la señorita Arabella desde antes que los mellizos nacieran. Me partía el corazón verla ahí en un profundo sueño y su panza creciendo. Durante esos meses yo culpaba a todos lo que iban a verla por borrarle la memoria a corto plazo pero como necesitaba el trabajo me quedaba callada. Una noche que no tenía sueño fui a la cocina a preparar las mamilas de los bebés para cuando se despertaran; el señor Valentín estaba con un vaso de whisky entre sus manos, con la mirada perdida y sus pensamientos en otro lado. - estoy intrigado ya que no sabía que Valentín estaba enterado de todo esto.

》- Lo vi tan triste que me senté a su lado y le dije que podía confiar en mi. Me imagino que era tanto su ahogamiento que sin dudarlo me comenzó a contar que todo ese macabro plan fue de Leonardo el hermano de Ary, que Owen como siempre estuvo enamorado de ella aprovechó la oportunidad, pero - habla bajito para que solamente los dos escuchemos - El señor Massimo aceptó todo esto si solo le hacían creer que era la señora de Laurent pero a escondidas de él si hubo una boda. Owen no le importó que Arabella estuviera en coma y contrató a un ministro para que los casara, lo que no sé es como hicieron para que ella firmara si ella estaba en coma.

- ¿De qué tanto hablan? - aparece mi diosa adormilada - tengo hambre - bosteza.

- Solo le preguntaba de los mellizos amor - ella al escuchar lo último frunce el ceño pero luego sonríe alegre - ¿que quieres comer?.

- Una ensalada de fruta - se relame los labios - con mucha manzana.

Llamo a la azafata, le digo como quiere la ensalada mi pequeña y se retira. Kaem comienza a llorar, Arabella lo carga, lo acurruca entre sus brazos; busca la comodidad en un asiento del jet y saca su redondo y perfecto seno. Mi campeón se lo lleva a su boca, lo chupa con deleite y comienzo a reírme.

- Como envidio a mi hijo en este momento, es entendible que se quede tranquilo al tener esa preciosidad alfrente - me muerdo el labio.

- A ti te tocará más tarde - sonríe pervertida - carga a Saskia antes de que también comience a llorar.