capitulo 19

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Nayeli...

Esto era tan vergonzoso, no me lo puedo creer, mi corazón esta latiendo a mil por hora, tengo tanta suerte de que mis padres no conozcan a mis profesores porque si no en este mismo momento estaría muerta. Daniel entra lentamente a mi casa, puedo notar que él también esta nervioso. Mi padre deja las maletas a un lado de la puerta y se sienta en el sofá con el control remoto en la mano.

-Siéntate Daniel, no mordemos.-Le dijó mi padre con una sonrisa.

-Si,gracias señor.-Contestó Daniel

Tomé asiento a lado de Daniel, él solo me miraba con una expresión desesperada en el rostro.

-Lo siento.-Pude articular en voz baja.

-Descuida.-Me contestó sonriendo.

-Nayeeee.-Gritó mi madre desde la cocina.-Ven a ayudarme.

-Ya voy.-Dije de mala gana.

Me levanté del sofá de mala gana, con temor de dejar a Daniel y a mi padre a solas, mi padre tendía a ser muy chismoso en ciertas ocasiones, y más con los hombres que me visitaban, que claro ellos solo eran amigos.

-Andale hija, ayúdame con la sopa. Debiste llamarme y decirme que había un invitado.-Dijo alterada.

-Calma mamá, ustedes debieron llamarme y avisarme que llegarían temprano.-Le reproché.-Así hubiera podido evitar este momento.-Dije en voz baja solo para mí.

-¿Qué dijiste hija?

-Nada mamá, nada.-Dije.

-Y dime Daniel, ¿cuántos años tienes?.-Escuché decir a mi padre.

-Amm.-Antes de responder me encontré con la mirada de Daniel preocupado.

-Vamos dime, porque puedo asegurar que 16 no tienes, jaja.-Dijo mi padre riendo.

-Ja, no señor para nada, tengo 23 años.-Contestó Daniel.

-Valgame Dios, ¿y pretendes algo con mi hija?.-Dijo esta vez mi padre celoso y enojado.

Antes de que comenzaran las preguntas más incomodas, me paré de la silla rápidamente y corrí hasta la sala.

-¡Papá!.-Dije casi gritando.-Alto, no creo que quieras incomodar al invitado ¿verdad?.-Dije mirándolo seriamente.

-Bueno me parece que si quiere algo contigo, será mejor que me lo diga, es bastante mayor para ti.- Contestó molesto.

-Eduardo, hazme el favor de ir por el refresco.-Dijo mi madre oportunamente.

-Si amor.-Dijo dulcemente.-No crean que se salvaron eh.-Anunció enojado y a la vez divertido.

Me senté a lado de Daniel nuevamente y oculté mi cara en mis manos, apoyada sobre las rodillas.

-Esto es un desastre.-Dije lo suficientemente alto para que solo él escuchara.

-Hey, tranquila hermosa.-Dijo abrazándome con fuerza.-Esto es....divertido, supongo, je.

-¿Qué haremos?.-Pregunté.

-Decir la verdad. Ellos no saben que soy tu profesor y si tenemos cuidado lo lograremos. Hablare con tu padre y le contaré mis intenciones contigo.-Dijo de manera dulce tomándome la mano.

-¿Estás hablando en serio?.-Dije confundida.-No estoy segura de si lo aceptarán.

-Pues ya lo veremos.-Dijo depositándome un beso fugaz en la mejilla.

Mi Dulce KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora