Mi Dulce Karma

Capitulo 21

Nayeli..

Mis planes de salir con Daniel se han arruinado porque han llegado mis padres, así que lo acompaño a la puerta y lo despido. Ya me imagino la plática que me darán mis padres enseguida,  no puedo salir librada de esta situación.

-¿Entonces, nos vemos el lunes?.-Preguntó Daniel tomándome de la mano.

-Seguro.-Dije un tanto distraída.

-Hey. No pasa nada ¿de acuerdo? Algún día tenía que conocer a tus padres.

-Bueno pero no quería que fuera tan pronto, y la verdad prefería llevar esta relación lo más discreta posible.

-Ya. Pero no quiero que te preocupes por el momento. Mientras no se enteren de que soy tu profesor, no creo que haya problema.

-De acuerdo.-Comenté.

Me tomó por la cintura, con mucho cuidado de que no lo estuvieran observando y me concedió uno de los besos más tiernos. Pero claro, para mi todos sus besos eran así de tiernos.

Lo vi alejarse y lo despedí con la mano mientras se marchaba.

------------------------------------------------

Era de noche y aún no había tenido aquella plática. Suponía que esperarían a que estuviéramos en la cena.

-Hija, pon la mesa, por favor.-Me ordenó mi madre.

Tomé los platos hondos para tomar cereal, ya que por lo regular nosotros siempre cenábamos eso, y esta noche no era la excepción.

Estando todos ya reunidos en la mesa, no se hizo tardía la charla.

-¿Así que conociste a este tal....Andrés en una librería?.-Comenzó mi padre.

-Daniel, papá. Y si lo conocí ahí.-Dije dando un suspiro.

-Escúchame bien, Nayeli.-Dijo mamá.-No se como estén las cosas entre ustedes dos, pero un hombre mayor no te conviene, eres aun muy chica, y no estoy diciendo que no tengas edad para tener un novio pero ¿por qué no uno de tu edad?.

-Porque las cosas surgieron así. Además los chicos de mi edad son bastante inmaduros.-Argumenté.

-Vaya pero si ya conoceré yo a los mayorcitos, hija.-Defendió mi padre.-Suelen jugar con las muchachitas.

-No creo que Daniel sea así y como sea ya lo han conocido, no tiene esa pinta.-Dije

-Como sea, donde vea yo que ese hombre te hace llorar, te lastima, o juega contigo, no dudaré en ir a partir su rostro en mil pedacitos y lo que pase, será tu responsabilidad.-Dijo papá, comiendo una cucharada de cereal.

-Si papá.-Dije finalizando la conversación.