Mi Dulce Karma

capitulo 12

Daniel...

Ha pasado una semana desde que estoy saliendo con Nayeli, y es que como no enamorarse de ella, si es tan dulce, amable, inteligente, y miles de cosas más. Esto de llevar la relación a escondidas es algo muy complicado, porque cuando la veo, siento el deseo de besarla, de estar con ella.

Hoy por la mañana me he decidido por contarle a uno de mis mejores amigos, John, antes de salir de mi casa, marco rápidamente su número y después de 2 timbrazos responde.

-¿Daniel?- Dijo con curiosidad.

-Hey John, te has olvidado de mi.-Contesté con burla y alegría de volver a llamarle.

-Si, lo siento, es que me ascendieron de puesto y he tenido muchos pendientes.-Respondió.

-Yeah, eso hay que celebrarlo, además tengo muchas cosas que platicarte, ¿te parece si nos vemos en el bar de siempre?.

-Si, claro, ¿a las 9:00 estará bien?

-De acuerdo, te veo ahí.- Respondí lleno de alegría al saber que después de 2 meses nos reuniríamos de nuevo.

-Nos vemos.- Dijo John y acto seguido colgué.

El día en el colegio fue de lo mas normal y aburrido ya que en ningún momento había podido estar con Nayeli, debido a que los Viernes no le toca ni una hora libre, al ser la hora de la salida salió mas tarde de lo normal de su última clase así que no pude despedirme de ella ni decirle que no podría verla hoy, entonces me decidí por mandar un mensaje.

Amor, hoy no podré verte, me reuniré con un buen amigo. Te quiero.

Fui al estacionamiento, me subí a mi coche y tomé rumbo a mi casa, había algo de tráfico, asi que me tomaría tiempo llegar.

(...)

Llegando a mi casa, recogí los papeles desordenados encima de mi mesa, y me recosté a descansar un poco, ya era fin de semana, y descansar un poco estaría bien. Para mi sorpresa me quede dormido y al despertar mire el reloj.

-¡¡¡Mierda!!! son 8:15.- Grité.

Rápidamente me metí a duchar, salí en 10 minutos y elegí la ropa que me pondría, unos jeans, camisa y un saco. Me eche loción,tomé mis llaves y al salir del edificio, subí a mi auto, rebasando el límite de velocidad permitido.

Llegué 9:05 al bar donde ya se encontraba John, bajé y lo saludé con una palmada en la espalda.

-Daniel, que bueno es verte.-Comentó con una sonrisa.

-Tú eres el que no te dejas ver.- Le reproché en forma de broma.- Vamos a pasar.

Al entrar, el bar estaba lleno, encontramos un lugar en la barra donde siempre nos gustaba sentarnos y pedimos una cerveza.

-Vaya y ¿qué hay de nuevo en tu vida Dan?

-Si te contara, no me lo crees.

-Bueno pues tengo toda la noche.-Dijo John con picardía.

-Me he metido a trabajar como maestro en un colegio reconocido, y para ser primerizo debo alardear que lo hago muy bien.- John rió a carcajadas.- Pero hay algo realmente importante que quiero contarte, solo te pido que no me reproches nada, de acuerdo.

-De acuerdo, debe ser algo grave, solo espero que no involucres a alguna alumna.

La cara que mostré dejo por entendido todo el asunto, ya que John enseguida puso los ojos en blanco y con mirada enojada me pidió que hablara de una vez por todas.

-Quiero a una persona, y efectivamente es una alumna.-John estaba a punto de interrumpirme, pero levante la mano para callarlo.- No me digas, ya lo se, esta mal, soy mayor que ella, yo no planeaba que esto sucediera, esto no estaba en mis planes, simplemente que ella se cruzo en mi camino y comenzamos a hablar, a entendernos, caí en la mirada de ella muy rápido y fácil a decir verdad.

-Hay no puede ser. Joder Daniel, ¿cuántos años tiene y cómo se llama?

-16 y se llama Nayeli.

-Madre mía 16 años, puedes ir a la cárcel por esto ¿lo entiendes? Es menor de edad, tu alumna, si alguien se entera no quiero ni pensar en el mar de líos que tendrás que pagar por su culpa. Es que acaso no entiendes, te paso una vez cuando...

-Basta, no necesito escuchar de nuevo esa historia, lo viví yo, no hace falta recordarla.

-¿Entonces?.- Dijo John alterado y enojado.

-Ya lo se, pero la quiero de verdad, te lo he contado porque eres mi mejor amigo y esperaba comprensión de tu parte, una mano amiga en cual apoyarme.

-Dan, hemos sido amigos por muchos años, hermanos casi casi, te apoyare, pero mide las consecuencias, no quiero recordarte el pasado en el que viviste.

-Gracias.- Dije dándole un abrazo.

John y yo hemos sido amigos desde hace 10 años, él estuvo apoyándome en mis peores momentos, pero no hacía falta revivir aquél pasado del cual Nayeli no tiene porque enterarse...