Mi Dulce Karma

capítulo 3

Al terminar todo lo que debía, me fuí a mi cuarto y me puse a escuchar música, pensando en lo bueno que podría ser este año, con profesores que me caían bien pero en especial en el profesor de Inglés, ya sabía que estaba mal imaginar cosas pero es que era alguien que de verdad llamó mi atención.

Escuché el ruido de la puerta y bajé para ver si era mi mamá, me llenó de felicidad ver que mis padres habían llegado juntos.

-Hey, papá, te extrañé.- Corrí a abrazarlo, había estado fuera 2 semanas.

-Hola Naye, ya estoy en casa, me han dicho que no saldré de viaje dentro de 3 semanas.- Dijó muy alegre por estar con nosotras mas tiempo.

-Cariño por favor ayúdame a poner la mesa.- Dijo mamá desde la cocina.

Cenar con mis padres es bueno aunque desde hace meses abunda un silencio entre nosotros. Al terminar, lavo mis platos, digo buena noches y me voy a mi cuarto. Y caigo rendida en un profundo sueño en cuanto mi cabeza toca la almohada.

(...)

A la mañana siguiente, me baño y me pongo un vestido morado, con una chaqueta negra y unas botas.

Cuando llego a la escuela, no encuentro a mis amigas, así que voy al salón de cómputo donde a veces están, pero al entrar no hay nadie mas que el profesor Daniel, no quería que me viera pero me notó antes de que pudiera planear mi huída.

-Buenos días, Nayeli.- Me sorprendió que recordara mi nombre, apenas comenzaba el año.

-Buenos días, profe.- Dije e intenté salir pero antes de eso él me pregunto algo.

-¿Sabes quién es Marcos Argueti?

-Si, es un compañero de la clase, buen amigo ¿por qué?

-Lo que pasa es que he revisado su expediente y según sus reportes, es un chico complicado, y como tú ya has convivido un año con él, quería ver si podrías apoyarme.

-Aaa pues claro, ¿pero cómo quiere que lo apoye?.- En ese momento sonó la campana para anunciar el inicio de clases.

-Mira no quiero que se te haga tarde, te veo en la sala de profesores a la salida ¿de acuerdo?

-Claro.- Dije y me fui a mi clase de Filosofía.

¡A la salida! un momento con él a solas, ¿cómo es que logré esto? no yo no lo quería, solamente pasó porque si, relájate Naye, solamente lo apoyarás con un chico problemático, nada de otras cosas, pero estar a solas con alguien como él me causa nervios.

(...)

Al ser la hora de la salida, me entretengo un poco con Emily, Ana y Michelle. Platicamos un poco sobre el chico que le gusta a Ana.

-Joan, es muy divertido ¿no les parece?.- Dijo Ana muy alegre

-Si, perdón chicas pero tengo que ir a la sala de profesores. Ahorita las veo ¿si?

-Claro, te esperamos.

Me dirijo a la sala de profesores y al llegar, el profe Daniel ya me estaba esperando.

-Pensé que te habías olvidado de venir.- Comentó aliviado

-No, lo siento, estaba platicando.

-Bueno, siéntate aquí por favor.- Señaló un lugar a lado de él y me senté ahí

-Okey y entonces ¿en qué puedo ayudarle?- Dije nerviosa

-Mira -giró su silla para quedar de frente conmigo, a escasos centimetros- soy nuevo y debo tomar medidas para los chicos que van mal, tú por ya conocerlos me gustaría que me comentaras cómo son, y cómo podría hacer yo para que en mi materia vayan bien. Me das la impresión de que eres buena alumna, además de ser simpatica.

Esas palabras fueron suficientes para ponerme totalmente colorada, y al voltear a verlo, él sonrió por mi nuevo tono de piel color rojo.

Al pedirme que le contara sobre mis compañeros, continué platicandole sobre cada uno, él me ponía bastante atención y de vez en cuando yo desviaba la mirada a otro lugar porque era difícil mirarlo y no estar nerviosa.

-Gracias Naye, me sirvió de mucho lo que me cuentas, es fácil hablar contigo, talvez debería pedirte más consejos.- Comentó en forma de broma

-Ah claro ya sabe, yo puedo ayudarle en problemas.- dije entre risas.

Se acercó y me dió un beso en la mejilla.

-Nos vemos mañana en clase.- Dijo muy agradable

-Hasta luego.- dije muy impactada por ello y salí del salón

Si cada vez que hablemos va a despedirse asi, debería hablar más seguido con él, no puedo describir como me sentí cuando me dió el beso, sé que esto no es correcto pero él empieza a hacerme sentir de otra manera.