Mi Dulce Karma

Capitulo 50

Nathaniel....

Poco a poco me fui integrando al colegio, los profesores se mostraban amables conmigo y mis alumnos eran muy educados. Li era una chica muy divertida, me visitaba de vez en cuando, nos habíamos hecho buenos amigos. Mi tía me mando hablar para realizar una "fiesta" para los alumnos con la ayuda de Daniel. No me agradaba trabajar con él pero podíamos invitar a alumnos a ayudar. Así que le pedí a Li que me ayudara.

-Por supuesto.-dijo muy feliz. Le oculté que Daniel sería el otro encargado. Sabía que sí se lo decía era más probable que no aceptara.

La confianza entre nosotros iba creciendo y quizá un sentimiento más grande que la amistad al menos de mi parte. Cuando me contó lo de Daniel, me preguntaba como es que un profesor pudo romper las reglas de meterse con una alumna menor de edad. Pero al conocerla más comprendí que era un tanto imposible no caer en pensar en algo más que amistad.

No deseaba contarle nada acerca de lo que comenzaba a sentir, quizá ni porque yo mismo estaba seguro. Sabía que acababa de terminar con su novio y no hay nada mejor que tiempo para superar y poder comenzar algo nuevo.

Por fin comenzabamos con los preparativos para la celebración. Li al darse cuenta de que Daniel participaba me miró con ganas de asesinarme a lo que yo respondí con una sonrisa haciéndome el inocente. Habíamos pasado semanas realizando distintas actividades, la había invitado a salir, le aclaré que sólo como amigos. Aceptó y conversamos.

-Debiste decirme que estaría Daniel.-dijo poniendo adornos en la puerta.
-Quería que me ayudaras.-respondí

Daniel se mantenía a una distancia prudente pero no era difícil notar que nos observaba con muy poca discreción. Tan sólo mirarlo me molestaba, lo que le había hecho a Nayeli no fue la mejor manera, entiendo que a veces el amor acaba (por como actuaba él dudaba mucho que su amor se hubiera terminado) pero el hablar con Li pudo ser la mejor manera de terminar las cosas.

Fui por unos adornos más y cuando miré a Nayeli ya no estaba, sólo la noté entrando a un compartimento del gimnasio donde estábamos.

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Nayeli...

Miraba que tal habían quedado los adornos, cuando Daniel me tomó del brazo y me llevó a un compartimento del gimnasio.

-Sueltame ¿qué quieres?-respondí en tono enojado
-Hablar, pero tú siempre me esquivas.
-Es porque yo no quiero hablar.-dije firme.
-Porque aún me quieres.-susurró.
-¿Qué te hace creer eso?-de seguro era muy obvia.
-Lo puedo ver, yo todavía quiero estar contigo.-dijo. Pero que gran mentira me decía.
-No, ya no te quiero, y no digas mentiras, tú novia debe estar tan feliz de estar otra vez contigo como para que le hagas esto.-incluso a mi me dolían esas palabras.
-Sé que conociste a Melissa, no es mi novia, déjame explicarte.
-No quiero explicaciones.-traté de salir pero sus manos volvieron a cerrar la puerta, acorralandome y mirándome fijamente.
Poco a poco comenzaba a acercarse, sus labios estaban a pocos centímetros de los míos, casi podía saborearlos, pero alguien tocó la puerta.

-Li ¿estás ahí?-era Natt.
-Sí, estaba buscando material, ya voy.-contesté un poco nerviosa.
-De acuerdo, te veo en la puerta.-respondió.
-Déjame ir.-le pedí a Daniel.
-No sin antes retomar en lo que estábamos.

Deseaba besarme y yo a él pero tenía que impedir que mi corazón volviera a latir por su cariño.

-No.-lo empujé y salí dejándolo sólo. Podía notar como mi decisión lo tomó por sorpresa y sinceramente a mi también.

No creí que por fin mi razón ganara ante mi corazón, pero tenía que seguir los consejos de Natt.

Era hora de dejarlo atrás...