九十七

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Recostado en cama inconsciente, Katsuki estaba rodeado por aquellos chicos: Shigeo, Kid y Tsurugi.

—Kid –llamó el Shinigami atrayendo la atención del chico —recuerda lo importante que eres.

—Como olvidarlo. Siempre me lo recuerdas –dijo al tiempo que limpiaba con un pañuelo las dos armas que portaba.

—Esto lo hago por qué no quiero que lo olvides, además. Eso no quiere decir que el resto sea menos importante.

—¿Me contaras de nuevo esas dos historias? –no le disgustaba, pero desde que era un niño y no tener madre, Shinigami todas las noches le relataba la historia de los cuatro ases y la reina, como el de los puntos cardinales, impresionandole siempre uno de ellos: el cardinal norte.

—De hecho, esta vez quiero que tú lo leas.

—No entiendo como un testarudo chico como él, que siquiera sabe el poder que lleva dentro me halla convencido –río leve el azabache.

—Es una buena persona, de lo contrario, creo seria imposible que estemos aquí –habló Shigeo.

Tsurugi les miro —no hay imposibles –dijo serio —nosotros no somos enemigos ¿o si? Una historia no se impondrá sobre nosotros.

—Lo dice quien cuño hermano está obsesionado –burlo Kid, ya que se conocían —lo que sea —pensó un poco y se cruzó de piernas desviando la mirada —Shinigami siempre me hacía repetirle una misma parte de ambas historias...

Le quedaron mirando cuando la puerta se abrió dejando ver a Nosaka, Hawks y Yagami —sigue inconsciente –afirmó lo que veía Nosaka.

Hawks observó al chico, aquel que Shouto buscaba. Suspiro y miro de reojo a la chica quien le había estado viendo por un buen rato.

Ambos eran buenos siendo dobles espías, se conocían de tiempo, pero últimamente habían teñido discusiones que los llevaron a no verse por algún tiempo.

—Hay que dejarlo descansar –sacó de las ideas Nosaka a los presentes, saliendo y quedar él cerrando la puerta y verlo —te la estás jugando mucho –le recordó a él tiempo atrás. Había cosas diferentes, pero la meta la misma.

Suspiro —espero que el costo no sea tan alto como el mío. Katsuki.



En una jet privado, Endeavor, Best Jeanist, Izuku, Shouto y otros pocos héroes esperaban el aviso del capitán para saltar de este en medio de la noche.

Habían recibido un informe de un almacén en Estados Unidos donde se avistaron Nomus y algunos villanos, entre ellos, Bakugou.

Aizawa no muy convencido de aquella idea, y por recibir un escrito de Endeavor en persona, tenía un mal presentimiento de aquello. Esperaba estar equivocado.



Aquella tarde los tres jóvenes denominados "los tres grandes" se despedían de la pequeña Eri, quien iba mejorando cada día y aprendiendo más cosas nuevas.

Hadou hablaba sobre ir a un parque acuático con la pequeña en cuanto las cosas mejorarán, Mirio apoyaba la idea y, Amajiki estaba más distraído de lo normal, eso hasta que detuvo con uno de los tentáculos que creo en tiempo récord unas dagas que se incrustaron en este haciéndole gruñir.


—Estas tardando, Amijiki –río la mujer —¿todo en orden?

Yo contra el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora