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El fin de semana llegó más rápido de lo que Sero se pudo imaginar. Las últimas clases se le fueron como agua; ya en su habitación tomaba sólo aquellos libros u objetos que necesitaría en casa.
Aseguró la puerta y camino a las escaleras para ir a la primera planta, no debía preguntar en qué quedó el asunto de Jirou y Kaminari, lo supo al escuchar accidentalmente a Hagakure gritarlo en el pasillo.
No tenía nada en contra de nadie, de hecho, se sentía el más fuera de lugar de la clase y no por hacerse menos, desde pequeño no destacó mucho y por ende, el estar ahí era poco creíble aún para él.
Pero, no quería ser odiado por las chicas al arruinar, de alguna manera, la cita de Jirou con Kaminari, algunas personas eran fáciles de leer, y más cuando de gustos se trataban, el caso de Jirou, Momo y Ochako son uno de ellos.
Y por instinto corrió en el pasillo y escaleras del tercer piso donde habitaban Kyouka y Denki, realmente, si se escapaba antes que todos y después de enviar el mensaje en la noche a Kaminari inventando que surgió un asunto en casa, solo para que este y Kyouka pudiera tener otra oportunidad, además pidió a Mina que ayudará en ello.
—Sero –por poco y rueda por las escaleras de no haber usado las cintas en la pared para sostenerse.
—Kaminari... buen día...
Denki se le acercó con seriedad poniéndole nervioso aún más de lo que ya estaba —¿porqué mientes? –aún si quisiera responder —yo no tengo intensiones de tener una relación sentimental con nadie, y mucho menos con alguien que confunde amistad con amor juvenil. Por lo que tampoco de salir con alguien cuando no quiero –Kaminari prosiguió, y de hecho siguió —no soy tarado, y no finjas que no lo pensaste, en la cara de todos veo como me ven, como si fuera un idiota que no comprende.
—Amigo, por favor...
—No, Sero –le empujó contra la pared —¿me crees débil, no es así? –de la mano botaban chispas de electricidad pura que emanaba de Denki —¿sabes por cuantas cosas eh tenido que pasar para controlar mi verdadero poder? ¡¿Lo sabes?!
—Omega Lock –y ante sus ojos miro como Denki desapareció volviéndose una esfera oscura con varios cinturones igual oscura girando sobre este —¿estás bien?
Cayó de nalgas a las escaleras, no podía procesar aquello a tan temprana hora de la mañana.
—Come, te hará bien –un chico de cabellos azules y orbes morados le entregó una barra de chocolate mientras el moreno quien atrapó a Denki subió al tercer piso —Denki está bien, no le ha pasado nada, sólo fue sumergido en sus pensamientos –explicó –mi compañero es Haizaki Ryouhei, yo soy Kirina Hyura, estudiantes de último año –le tendió la mano para que se levantara, cosa que no podía aún. Sonrío —comprendo, la primera vez también me sorprendió el Kosei de Haizaki, pero se acostumbra después de verlo unas cuantas veces.
No entendía ¿quienes eran? Y no de conocer, sino más de ¿que querían?
Aquellos chicos de ultimo año de la academia God Edén de la rama asiática estaban por una cuestión privada relacionada con Kaminari, el chico de doble kosei del cual se pensaba era uno de los sucesores o reencarnación de los cuarto haces y la reina, no era algo totalmente seguro, pero no están de más.