二十

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No es realmente la profesión de héroe por lo que estaba ahí en aquel instituto prestigioso, sino por su deseo de combatir el crimen tal cual como su padre.

Su padre era más que feliz siendo policía en Corea del Sur con su poder, siempre tuvo propuestas como su madre para ser un héroe profesional en agencias reconocidas, pero ninguno acepto.

¿Motivo?

La fama y la gloria no les apetecía, está claro que no solo era eso en la labor, había también cosas maravillosas como ver los rostros de tranquilidad en la gente, pero aquello también lo veían en su trabajo actual, por lo que, ser un héroe o no, no tenía diferencia para ellos, aún si la paga era buena.

Ahí encontró buenos amigos, y en especial uno de nombre Kyousuke, un chico con sus mismos intereses, aunque a este le cambiaban de un sitio a otro por su gran inteligencia y estar en el top 10 como él.

—¡Bastardo, despierta! –entre abrió los ojos ante aquel grito. Sus ojos chocaron con los carmesí de Bakugou quien gruñía.

—No necesitas gritar y ofender, no se cuantas veces debo decírtelo –riño alzándose de su lugar y tomar la mochila colocándola en su hombro —¿me necesitas para ir a todos lados? Creí que ya podías andar solo.

Aquello enojo más al rubio cenizo quien tuvo que retener su puño dirigido al bicolor.

—¿Problemas? –cuestionó Kyousuke mirando al cenizo que solo gruño bajo y les dio la espalda —es poco creíble.

—Ya lo creo. ¿Vienes al almuerzo? Tengo tanto que hablar contigo.

—Tal vez luego Haku, tengo unos pendientes que terminar, y no creo que tú... chico esté cómodo con ello.

El hecho que los jóvenes rodearan por tres metros al explosivo no significaba que tuviese un aura de muerto inmediata para quien siquiera se le ocurriera respirar en su mismo espacio.

—Tan ocupado como siempre –se encogió de hombros derrotado —entonces para la próxima tú pagas.

—Claro –sonrieron y chocaron puños cuando los murmullos y pasos rápidos de sus compañeros pasaron de lo normal a llamar su atención como la del explosivo que ya estaba con otro conjunto mirando por la ventana.

—Es Kazuto del área de investigación.

—Es hermoso a la distancia.

—El otro es del club de boxeo.

—Será mejor prevenir a la enfermera.

—¿A que Kazuto no le dura más de lo que ya?

Más y más comentarios se hacían y se acomunaban como los grandes y chicos que prestaban atención.

Bakugou podría decir que el musculoso podría darle una paliza a ese chico amigo de Haku, del cual seguro fue corriendo a apoyarle, pero, no todo es como se cree cuando escucho a su tutor susurrar.

—Pobre chico...

Todo quedó en silencio ante aquel final tan inesperado para unos y para otros ser muy claro como el agua.

—Minaho no deja de sorprender a pesar de no poseer un kosei –escucho por parte de Kyousuke decirle a Haku.

—¿Que... haz dicho? –fue la sorpresa de Bakugou.

Yo contra el mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora