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—¡Blasty! ¿Blasty? ¡¿Blasty?! –Kirishima llamaba con insistencia y preocupación a su amigo.
Entre abrió los ojos para parpadear después y acoplarse a la luz, alzó el cuerpo y bostezo cubriendo la boca y ver al rededor para de un salto y ponerse en pie.
Kirishima suspiro aliviado, al fondo, Todoroki observaba el par, mientras se encontraba en una charla con Midoriya, Iida, Uraraka, Momo y Tokoyami.
—En verdad creí que te habías quedado... ¿Blasty? ¡¿Bakugou?! –le siguió apresurado y preocupado haciendo que los demás dentro del aula y por los pasillos miraran hacía ellos.
El rubio se había mareado y sintió el reflujo subir con rapidez por su garganta haciéndole salir corriendo del aula al baño.
Shouto se alzó al tiempo que Midoriya, a diferencia de este quien, igual que Kirishima llamaba a Katsuki, copio la acción de Eijirou y fue tras de ellos ante la mirada de los presentes.
En el baño, Katsuki vaciaba el estómago ¿por qué esa parte de su cuerpo era la más débil?
Escucho a su alrededor a los chicos que ahí se encontraban hablando de él, Kirishima llegó poco después con una botella de agua y le sobo la espalda —¿Blasty?
Bajo de la palanca y aceptó el agua, con la cual tomó un buche y escupió para repetir la acción, le dolía la garganta.
Todoroki llegó observando al par. No tenía algo que decir, ni como justificar el que estaba allí.
—Kacchan –llegó si notar Deku avanzando hacia Katsuki —¿estás bien? ¿Comiste algo que te hizo mal? –empezó a llenarlo de preguntas al tiempo que Kirishima trataba de calmar a Deku y hacerle ver que Katsuki estaba bien.
«¿Qué mierda... está pasando?» se cuestionó bebiendo un poco del agua y suspirar, notando una mirada insistente, topándose con la heterocromatica. Alzó la ceja.
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Como era de esperarse, el grupo y media escuela, si no es que toda, se enteró de lo de Katsuki Bakugou.
—¿A caso el número uno se siente mal? –empezó Monoma con sus burlas.
Pero aquello no duro mucho, ya que Kendou le golpeó tras la nuca y lo retiró disculpándose con los presentes.
No hablo mucho con Kirishima, el cual realmente estaba preocupado, Katsuki nunca había pasado por algo igual desde que lo conocía, y por parte de Deku tampoco escucho algo semejante, por lo cual el amigo de infancia también se preocupó uniéndose a ellos al regresar a los dormitorios.
—Estoy bien, carajo –respondió ya harto y encerrarse en la habitación, siquiera había salido a cenar con el resto, tampoco dio respuesta a los chicos quienes fueron a llevarle algo.
Para la media noche, el rubio seguía dándole vueltas al asunto sin llegar a algo claro.
«¿Imaginaciones mías? »se cuestionó parando su andar y suspirar.
Por reacción, su mano comenzó a emitir chispas y tomar por el cuello al intruso que entro a la habitación.
—¿Todoroki? –sus manos ya habían sido tomadas por el bicolor, quien se metió por la ventana del cenizo —¿que mierdas crees que haces aquí?
—Estas extraño... –respondió sin soltarle.
