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—Ya decía que había algo extraño –escucharon.
—Profesor –Mirio tenía en mente liderar solo con Tamaki, no quería que nadie saliera lastimado.
Tamaki deshizo la espina y separó de Mirio mirando igual al profesor Nezu, aún si era el director, este fue su maestro en primer año y le veían como tal.
—Tranquilos, no vengo a interponerme –hablo Nezu con su tan tranquila manera —parece que fue ayer cuando ingresaron a esta institución, crecieron muy rápido. Mis estudiantes ¿que puedo hacer para que esto no pase? –esta interrogante va más para Amajiki que para Mirio, era claro.
Oculto el rostro —el tiempo está cerca, destrucción y caos inminente, One for All está ya con All for One, los cuatro puntos cardinales están reunidos, los Nomus están preparados –les miro con un tanto de molestia —la Yuei fue penetrada y solo es cuestión de tiempo para que caiga, la mejor institución, el pilar de una sociedad caerá.
—Tamaki –se acercó el roedor a este quien dio un paso atrás —he visto tu evolución muy de cerca, se que no habrá nada que te haga cambiar de opinión, y tal vez tengas razón, pero ¿estás bien con ello?
Mirio estaba al pendiente de cualquier cosa, aún si era el director, no sabía realmente la reacción que tendría en Tamaki. Esperaba que su maestro logrará hacer algún cambio en su amigo, pero si era sincero consigo mismo, eso sería nada probable.
El sol ya empezó a bañar con sus rayos los edificios, pero del otro lado, unas nubes amenazaban por cubrir el cielo azul.
No había una respuesta.
Mirio y Nezu dejaron ir a Tamaki de regreso a los dormitorios, por fin Togata cayó de rodillas y golpeó el suelo con fuerza lanzando un grito, Nezu suspiro cansado.
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Jadeo de dolor, los villanos eran cada vez más fuertes. Giró el rostro, el pitido de la maquina, se cuestionaba cuantos tiempo llevaba ahí.
—Hakuryuu –escucho del otro lado —¿como te sientes?
Se sentó, Toramaru le ofreció un vaso con agua y prosiguió —apenas llevas unas horas, tranquilo. Este trabajo fue demasiado para ti, el villano fue arrestado y puesto en prision.
—¿Jeanne está bien? –cuestionó el albino al terminar de beber —desde lo de Okita...
—Ella está bien, preocupada por ti. Okita está mejorando rápidamente.
Hubo un lapso de silencio.
—Cierto, "ellos" están aquí.
Hakuryuu tardó unos segundos en dar con lo que Utsunomiya le dijo, abrió los ojos con sorpresa.
Nadie en el mundo fue ajeno a saber lo que pasó en Tokio, en especial en la academia Yuei, fue trágico, y que los villanos se retiraran antes de poder tener todo bajo control solo dejaba a pensar una cosa: que habían obtenido lo que buscaban.