Capitulo 6.

752 60 1
                                    

Las calles estan solitarias y la noche ya se hace presente, aún no la habia encontrado, pero he escuchado mucho sobre ella y la mayoría son cosas malas.

No la quieren como alpha.

Cuando entro a un pequeño, pero espacioso bar, me encuentro con que este está vacío.

Me acerco a la barra y allí me encuentro con un señor viejo, el cual está limpiando la barra y sirviendo un trago.

— Pa usted.— Dice cuando llego a su lado y me ofrece el pequeño vaso.

— ¿Puedo hacerle una pregunta?— Pregunto.

— Claro.— Contesta sin mirarme.

— ¿Donde vive la princesa de los lobos?— Pregunto.

— ¿Puedo hacerle yo una?— Dice el, y asiento.— ¿Para que quiere un vampiro saber donde se encuentra la princesa de los lobos?— Pregunta.

— Cosas mías.— Le digo y me bebo el trago de una.— Puede responder mi pregunta.— Exijo.

— A unas dos cuadras más de aquí, encontraras una casa de dos pisos.— Me informa.

Sin decir nada, dejo el vaso en la barra y dándome la vuelta, salgo del bar.

***

Cuando ando las dos cuadras que el camarero me a dicho, me doy cuenta de que tiene razón. Es una casa de dos plantas, la cual es bastante grande por fuera.

Tengo que adivinar donde esta su ventana.

Cuando alzó la mirada y miro las ventanas, me doy cuenta de que hay una justo al lado de un árbol.

Por ahí entro.

Y tal y como lo pienso, lo hago. Me subo de un salto al árbol y al ver que la ventana está cerrada, consigo forzarla y abrirla. Cuando entro al cuarto, lo primero que veo es una cama de matrimonio, la cual lleva un edredón morado.

Debe ser su cuarto... Al fin y al cabo, es la única adolescente en esta casa, ¿No?Bueno, aparte de esa niña...

Una vez mis pies tocan el suelo del cuarto, comienzo a observar unas pequeñas fotos que hay colgadas con chinchetas. Es ella y está preciosa.

Gruño al ver una foto de ella junto a un chico que se le junta demasiado.

— Imbecil.— Digo, mientras arrancó la foto de la pared y la arrugó con mi mano.

Salgo de la habitacion y observo que hay algunas habitaciones cerradas, las ignoro y bajo por las escaleras. No se escucha nada y eso es bastante raro, ¿A no ser... que no haya nadie? Aunque a estas horas...lo más normal es que estén todos.

Detengo mis pasos al escuchar una voz cantar, proviene de lo que parece ser el comedor y con sigilo me acerco hasta la puerta de este, escondo mi cuerpo y asomo un poco la cabeza para ver de quien es la dulce y bonita voz.

Es una pequeña chica, la cual está sentada una silla y está haciendo cosas en una gran mesa. Parece estar haciendo manualidades, mientras canta.

Canta hermoso.

Sigo escondido por un rato, escuchando su preciosa y melodiosa voz, hasta que el sonido de si móvil hace que ella detenga su cántico y coja el móvil.

— Si...no tío, estoy bien, tranquilo.... Umm... estoy haciendo papiroflexia... vale, nos vemos.— Cuando termina cuelga y al saber que está sola, decido dejar de esconderme.

Cuando ella me ve sus ojos se agrandan y lo primero que hace es hecharse a correr hasta la otra esquina del comedor, ya que en la puerta estoy yo.

— ¿Qui..quien eres?— Pregunta nerviosa.

— Strix.— Contesto.

Ella me mira y en sus ojos lo único que puedo ver reflejado es miedo y aquí la pregunta es, ¿Por que tiene miedo? Haber, entiendo que tenga un poco... porque soy un desconocido para ella y estoy a las tantas de la noche en su casa, pero no es esa clase de miedo, es uno más profundo que la hace parecer aterrorizada.

— No te voy hacer daño.— Le aseguro.

— Todos dicen lo mismo.— Se Susurra para ella misma, consigo escucharla y gruño.— ¡No me haga daño!— Grita asustada y veo como traga con fuerza.

— Te lo vuelvo a repetir; No. Te. Voy. Hacer. Daño.— Le digo de nuevo.

— Entoces, ¿Para que as venido?— Pregunta.

— Para llevarte conmigo.— Le informo y ella me mira confusa.

— No puedo salir de aquí.— Demanda.

Sus palabras se me hacen rara y alzando una ceja la miro bien. Sus ojos verdes esmeraldas, están llorosos y eso hace que brillen aún más. Su pelo castaño está recogido en un moño mal hecho y con algunos mechones sueltos. Va en pijama de unicornios y eso la hace ver más tierna y bonita de lo que ya es.

— Hoy si, princesa.— Sentecio y escucho como la puerta principal comienza a abrirse.

¿Por que siempre se presenta en los mejores momentos?

Estúpido Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora