La mitad de los míos yacen en el suelo tirados, algunos muertos y otros gravemente heridos.
— ¡A por todas!— Grita Asher y veo como una capa de sudor, sangre y tierra le cubre la cara.
Y eso es lo último que escucho, ya que recibo un golpe en la cabeza y caigo en una oscuridad profunda.
***— Umm...— Comienzo a estirarme para luego abrir los ojos y mirar a mi alrededor.
¿Donde estoy?
Intento buscar algo familiar, pero lo único que veo son paredes blancas y una tele colgada enfrente de la cama en la que estoy.
— ...¿pero el estará bien, doctor?— Escucho una dulce voz y ya se de quien se trata.
Cuando la puerta se abre, veo como sus ojos se iluminan al verme y corre hacia mi.
— Mi lobita...— Susurro en su oído, mientras la abrazo.
— Pensé que te ibas a morir...— Habla, cuando nos separamos y arruga sus labios en un puchero.
— Pues aquí estoy, vivito y coleando.— Sonrio de lado y me devuelve la sonrisa.
— Menos mal...— Susurra.
— Ven aquí.— Le hago hueco en la cama y ella de acuesta a mi lado.
— Como nos vea el doctor se enfadara.— Dice nerviosa.— Esto no es...— La interrumpo chocando mis labios a los suyos.
El beso se prolonga y ella pones sus manos en mis mejillas, mientras que yo las dejos caer en su pequeña cintura. Despues de unos segundos nos separamos por falta de aire, y sonrio al ver el sonrojo en sus mejillas.
— Eres hermosa...
— Me lo suelen decir mucho.— Murmura con una sonrisa.
Y la mía se borra de inmediato.
— ¿Quien?— Pregunto.
— ¿Quien, que?— Se hace la tonta.
— ¿Quien te dice hermosa?— Recalco la palabra hermosa y ella me mira nerviosa.
— Me lo a dicho... un.. un médico y un.. un chico que había fuera.
Sus palabras me encienden y arrancandome de golpe la vía, me levanto de la cama.
— No te puedes levantas, Strix.— Dice seriamente.— Vuelve a la cama.
— Primero tengo que hacer una cosas y luego nos vamos tu y yo a la cama.
Su sonrojo se hace mucho más fuerte, pero se mantiene firme.
Esa es mi chica...
Nuestra chica.
Le corrijo.
— O vuelves a la cama o me marcho ahora mismo.— Amenaza y por la mirada desafiante que me da, se que es capaz de irse y dejarme aquí tirando.
A regañadientes me vuelvo acostar a la cama y ella coge un mando y le da a un botón.
— ¿Ya estas contenta?
— Mucho, amor.
Su amor me derrite otra capa de hielo que cubre mi corazón y la miro fascinado.
— Me as dicho amor...
— Si, ¿Y?— Pregunta cómo si nada, pero sin mirarme a los ojos.
— Mírame.— Le pido.— Mírame, por favor.— Vuelvo a pedir cuando no me hace caso, esta vez lo hace y con una sonrisa de oreja a oreja, hablo.— Dímelo de nuevo.
— Amor...— Susurra muy flogito, la miro mal y ella entiende que tiene que repetirlo.— Amor.— Dice, pero esta vez un poco más fuerte.
— Me gusta como suena en tus labios esa palabra.— Confieso.— A partir de ahora va a ser mi palabra favorita.— Sonrio como un niño en Navidad.
No le da tiempo a decir nada, porque el médico entra por la puerta, ella le explica que me he arrancado la vía y el doctor me la pone de nuevo, mirándome mal.
— No te la vuelvas a arrancar.— Dice antes de irse.
— Siempre la tienes que liar tu...
— No es mi culpa que a mi chica le digan cosas.
— Exagerado.— Se rie.
— ¿Cuando me dan el alta?— Pregunto.
— Dentro de un rato.
— Se me va hacer eterno.— Suspiro hechando la cabeza hacia atrás.
— Lo siento.— Dice derrepente y la miro.
—¿Se puede saber por que?— Pregunto.
— Por mi culpa estas así y an muerto mucho de tus hombres.
— Preciosa ellos dan la vida por su reina voluntariamente, nadie los obliga.— Explico.— Yo pregunte y casi todos quisieron venir a la guerra.
— Pero también an muerto demonios...— Dice apunto de llorar.
— Los demonios cuando mueren vuelven al infierno.— Digo poniendo mis manos de nuevo en su cintura y acercándola aún más a mi cuerpo.
— Aun así... me siento mal.— Y una lagrima cae por su mejilla derecha.
— Mi reina... no están hechos para que derrames tus lágrimas por ellos.
Paso mi pulgar por su mejilla, borrando el rastro de la lagrima.
— Eres superior a todos ellos.— Me susurro al oído cuando la abrazo.
Incluso a mi.
Ya vienen los reyes magos...🐪🐫 y por aquí os dejo este regalito...😊
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Estúpido Vampiro.
FantasyElla era la presa y el cazador que deseaba su sangre, hasta que algo dentro de el le dijo que no. Ella no era su presa, ella era su compañera y terminaria siéndolo, porque no le quedaba de otra opción. ¿Podrán Strix y Abigail ser felices? Entra y lo...