Cuando despierto, lo primero que veo es la cara de Abby – La cual tiene la boca abierta y ronca muy despacio.– y me doy cuenta de lo bonita que es.
Sus facciones son suaves, sus ojos son grandes y sus pestañas extensas, las cejas son bastante abundantes.
Es hermosa.
Cuencido contigo, conciencia.
Dejo un beso en su frente y me levanto de la cama, para ir a buscar a la bruja y pedirle algunas explicaciones.
— ¿Aun sigues aquí?— Le pregunto a Asher, cuando entro a la sala de estar.
— La bruja ya se a ido.— Suspiro, a la espera de una explicación.— Le dije que ya podía irse.
— Bien.— Digo.— ¿Que te dijo sobre, Abby?
— La maldición es muy fuerte y aunque a intentado romperla con todas sus fuerzas no a podido.
— Y encima he tenido que pagarle.— Bufo.- Vaya bruja...
— Solo queda una opcion.— Dice y se a que se refiere.— Si no se hace eso, el día de su cumpleaños vendrán a por ella y por mucha fuerza que tengamos, ellos nos ganas en número.
— Déjamelo a mi.— Sentencio.
— No tienes de otra, Strix.
Suspiro con cansancio.— Lo se.— Respondo.
— Piénsatelo. Yo me voy ya que Rebe me espera.— Dice y asiento.
Desaparece por arte de magia y se que ya debe de estar allí, con su alma.
Asher siempre a sido mi único y mejor amigo, siempre a estado cuando lo necesitaba y siempre a sabido sacarme de mis casillas como solo el sabe hacerlo y se que nos conocemos desde hace mucho tiempo... pero hay aveces que me dan ganas de mandarlo al infierno de donde salió.
Aunque de seguro Rebeka es su nuevo infierno...
Y Abigail, mi dulce y bonita loba. No puedo hacerle esto a ella... pero no queda de otra. Podría subir ahora que ella duerme y morderle a traición,– Aunque nunca se lo haria a traicion.– pero entoces ella se enfadaría conmigo y sería peor, además de que igual no funciona bien, ya que ella es una loba alpha.
¿QUE HAGO?Maldita sea...
No te queda de otra... o la muerdes o a sus dieciocho recibirá muchas visitas.
Vaya mierda conciencia...
La que tienes.
Resoplo molesto y pienso en que si alguien se enterara de que hablo conmigo mismo me llamarían loco... como a todo aquel que no entra en lo "normal" que a establecido esta estúpida sociedad.
Hoy en día todos estamos locos... y eso mismo me va a llamar Abby cuando le diga que quiero morderla. Pensara que me la quiero comer y empezará a gritarme demonio.
Suspiro ruodosamente y rezo – Se que soy un vampiro, pero ahora mismo me da miedo la loba que hay detrás de la puerta.– antes de abrir la puerta.
Esta poca abajo, con la manta por su cintura y su pelo hecho un desastre y esparcido entre su espalda y cara.
Me acerco lentamente... y cuando veo que se mueve retrocedo como un cobarde.
Es lo que eres...
¡Callate!
Le tienes miedo a una loba que lo más probable es que no mida más de 1,60...
Gruño de la frustración y sin pensarlo dos veces me acerco a la cama y me acuesto a su lado.
— Abby.— La llamo moviendo su hombro.— ¡Abbigail!— Chillo en su oído y lo que recibo a cambio es un guantazo con la mano abierta.
Me quejo y acarició la parte de mi mejilla en la que a dado.
— Eso a dolido.— Le informo.
— Me he asustado.— Dice, mientras se levanta y se sienta en la cama.
— Podías por lo menos pedir perdón.— Exijo.
— Pídemelo tu primero y yo te perdonaré.— Se cruza de brazos y hago todos mis esfuerzos para no bajar mi vista a sus –Ahora realzados por sus brazos.–. pechos.
Celebró internamente por haberlo conseguido, pero cuando recibo otro guantazo en mi otra mejilla me doy cuenta de que no lo he conseguido y he mirado.
— Mis ojos esta arriba, imbecil.
— Lo siento.— Me disculpo un poco avergonzado por parecer un niño desesperado.— Tengo que decirte algo...— Comento y alza una de sus abundantes cejas castañas.— ¿Te acuerdas de los duendes, ángeles y arcángeles?— Pregunto y asiente de inmediato.— ¿También de que te quieren matar?— Asiente.— Pues hay una formar de evitar todo eso...
— ¿Como?— Pregunta.
— Corvirtiendote.
— ¿En un unicornio?— Sonrie, rodando los ojos.
Niego con la cabeza.
— ¿Entoces?— Pregunta esta vez un poco más seria.
— En híbrida.
Y en cuanto esas palabras salen de mi boca, veo como su cara se transforma en una de enojo a la cual solo le falta que le salgan humo de las orejas.
La que as liado...
Ni que lo digas.
ESTÁS LEYENDO
Estúpido Vampiro.
FantasyElla era la presa y el cazador que deseaba su sangre, hasta que algo dentro de el le dijo que no. Ella no era su presa, ella era su compañera y terminaria siéndolo, porque no le quedaba de otra opción. ¿Podrán Strix y Abigail ser felices? Entra y lo...