56 - Bring it Back

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— ¿Mina… qué haces aquí? — dijo Chaeyoung sorprendida pero la resaca le cobró factura  sacándole un suave quejido haciéndola cerrar los ojos mientras se sobaba la cabeza — ¡ugh! ¡duele!...

— Chaeyoung… yo… —la nipona limpió su garganta aún sentada sobre el sofá cubriendo sus hombros con la frazada, protegiéndose hasta de sus propias palabras...

— Será mejor que no peleemos, no aquí… —susurró la más joven.

— Y... ¡no me atrevería!

— ¡Ssh! —dijo suavemente — es tarde… necesito algo para este dolor de cabeza y… Mina, yo… —no sabía cómo decirlo sin hacer que la bailarina nuevamente perdiera la cabeza sobre-reaccionando pero era importante para Chaeyoung hablar con la verdad, siempre lo habían hecho…

— Chaeyoung... lo siento —dijo interrumpiendo pero ambas quedaron en silencio… vivían un estira y afloja constante, al principio los celos eran adorables hasta que se volvieron incontrolables y posesivos. La maknae había aprendido a navegar la montaña rusa que podía ser Mina en cuanto a emociones, pero ahora, el silencio martillaba el sonido de ese reloj que marcaba los segundos conforme avanzaba, haciendo sonreír a Chaeyoung, pero era más una sonrisa triste 

— ¿Qué sucede?

— Recordé… —pausó dudosa en seguir… 

— Dime… por favor… —murmuró rogando, la bailarina.

— De repente recordé nuestro … nuestro primer beso. El reloj hacía tic-toc  muy fuerte y yo… —tragó tratando de evitar llorar, ¿por qué de repente ésta sensación de tristeza la golpeaba?. Mina se puso de pie, le cubrió la espalda con la frazada y la llevó a sentarse al sofá junto a ella — yo… me sentía morir, nunca había besado a nadie y ese día casi caigo de la silla de no ser por ti… Mina… necesito que me escuches… no busco tu perdón o… no sé… —llevó las manos a la cabeza,  — pero primero necesito algo para éste malestar. 

****

— ¿Dubissi?

— ¿Sana unnie?

— ¿Puedo…?

— ¡Claro que puedes! — la maknae la jaló hacia ella, y en una pose protectora llena de gallardía la besó profundamente. Hacía tiempo que no lo hacían así, estaban tan ocupadas, distraídas y con comebacks a cada tanto que era difícil tener un momento a solas como el que estaban teniendo. 

— mmh... No… — se quejó Sana haciendo un puchero. 

— ¿No? — sonrío Dahyun poniéndola a prueba mientras la japonesa buscaba más de sus labios pero ante la resistencia de Dubu se encontró con su cuello haciéndola reír quisquillosa — hahaha Sana, cariño, no hagas eso, sabes que soy sensible a las cosquillas.

— Y a otras cosas… — dijo de manera sugerente mientras se ayudaba en desabotonarle la pijama que llevaba. — ¿Sólo estás tú?

— Sip, Tzuyu se quedó con Jihyo, y Chaeyoung… bueno… ya sabes. ¿Y Mina unnie, está bien?

— Creo que sí, van a estar bien. Y más le vale a Jihyo que sepa aprovechar que no dormiré en nuestro apartamento, ¡llevo años esperando a esas dos!

— ¡Ven aquí! — Dahyun llevó a la nipona con un suave movimiento hasta la cama —¡Oh!, no te había visto las manos…

— Me acabo de hacer manicura, ¿te gustan?

— Sana, sabes que no soy aficionada a las uñas largas… y la última vez me dejaste unos moretones visibles, harás que los Onces hagan campaña asegurando que en esta empresa me maltratan… — dijo abriendo un cajón de donde extrajo un par de objetos que fueron lanzados a la cama. 

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