67 - Kura Kura (!)

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Apenas caía la tarde cuando Momo, Sana, y Nayeon regresaban exhaustas y hambrientas luego de una larga sesión de pilates. 

—Nope… eso no es lo mío, me hace falta más acción… — Momo dijo casi bostezando.

—Tienes que darle un poco de tiempo, no todo es levantar pesas Momoyah. ¿Nayeon unnie?

—Fue difícil para mí luego de estar tirada en la cama sufriendo… pero… me gustó... es algo que había querido hacer desde hace tiempo… será mi nueva resolución de año nuevo, supongo. 

Las japonesas se miraron tras el comentario, no sabían si reír o sentir simpatía hasta que Nayeon rió con una fuerte carcajada al verlas sin saber cómo reaccionar. 

—Hahaha… ya pasó, ¿vale? Ya… estoy harta de sentirme como la mier…

—¡¡Unnie!! Hihihi… —Sana dió una fuerte palmada en su brazo mientras reían. 

La charla se interrumpió con la llegada de la líder quien hacía una de sus visitas llevando comida. 

—¿Hooola?

—¡Ah! ¡¡Jihyo!!, dime que traes comida en esas manos. —Momo se abalanzó en quitarle los contenedores. —🎶Yum, yum, yum, yum, yúm… 🎶 —cantaba alegre mientras todas sonreían. Ver a Momo feliz por comer era un verdadero gozo porque haberle visto sufrir junto a Dahyun por no poder hacerlo fue un calvario para todas en sus días de novatas. 

—Hehehe… ¿acaban de llegar, fueron al gym?

—Clawseus dfu pfilates…  —dijo la nipona con un dumplin en la boca mientras Jihyo le miraba confundida.

—Clases de pilates. —tradujo Nayeon revisando su teléfono para luego dejarlo sobre la mesa suspirando hondo. Jihyo se sentó a su lado tiernamente acomodando el cabello de la mayor detrás de sus orejas, le sostuvo el rostro inspeccionando y Nayeon le veía con extrañeza. 

—¿Estás bien?

—Eee… si…¿?, estaré mejor si quitas tus manos de mi bello rostro. 

Ahí estaba de nuevo, la Nayeon de siempre con su elevado amor propio. Jihyo soltó una carcajada y luego le abrazó, realmente era un gusto tenerla de regreso. Sin la arrolladora energía de Nayeon el grupo no era lo mismo. 

—¡Coman, coman!

—¡Uhm!, ésto es realmente delicioso, ¿dónde lo conseguiste? —preguntó Sana inocentemente… 

—Ah… si, yo… yo, bueno… los compramos…  —la líder sencillamente no quería quitar el buen humor que se daba en ese momento. Nayeon tomó uno de los dumplins, lo mojó en la salsa y luego lo llevó a su boca… el sabor era tan delicioso y a la vez tan familiar, juraría que había comido éstos dumplins de toda la vida…

*****

Las maknaes en su departamento comían gustosas.

—¡¡Aaah!! —exclamaba Dahyun —¡La comida en casa de Jeongyeon es lo mejor!, aunque su papá sea el chef, su mamá es genial haciendo ésto… 

—Hehehe, si… —reía Chaeng…

—¿Saben si podremos visitar a Jeongyieunnie después de la cirugía? —preguntó Tzuyu. 

—Dijo que estaba bien mientras fuera una vez que estuviera en su casa recuperándose… pero…

—¿Pero? 

—No sé… siento que… deberíamos darle espacio.

—¿De qué hablas? —preguntó Dahyun confundida.

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