Epilogo (!!)

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-Chaengie... ten, llévate ésto. -dijo Sana dándole una enigmática caja envuelta en papel aterciopelado color negro y con un pomposo moño burgandy.

-¿Eh?, ¿Qué es esto?

-Solo llevátelo de aquí. Ábrelo con Mina... es... es un regalo.- La nipona arqueó la ceja con media sonrisa.

-Bien, ahora vamos por Nayeon. No hay que dejarle mucho tiempo desatendida... -dijo Jeongyeon regresando de la habitación de Momo donde le arropó luego de una noche en la que a la nipona se le ocurrió mezclar todo tipo de licores hasta perder control total de su cuerpo.

Sana se abalanzó sobre Jeongyeon dejandole un beso en la mejilla -¡Gracias! ¡Gracias, Jeongyeon chan!

-¿Qué es eso?- Chaeyoung se encogió de hombros sacudiendo la caja pero no hacía ruido aunque sus dimensiones le informaba que era relativamente pesado.

-¡¡Jeongyeonahh!! ¡Mira! ¡¡MIra!! ¡¡Le he ganado a Jihyo!! -Nayeon brincaba con una amplia sonrisa y una notable torpeza que hacía que la alta sólo le quisiera más y más... pero de repente -uh oh... creo que... uuhg... creo voy a... voy a vom... 🤢

-¡¡Unnie!!- como en pocas ocasiones, Mina gritó con todo lo que pudo, corrió a tomar el cubo de la basura y lo puso cerca del rostro de Nayeon mientras Jeongyeon reía y sostenía su cabello intentando poner distancia entre sus pies y el chorro a presión que Nayeon lanzaba.

-Por supuesto que no dormiré aquí esta noche. ¡¡Oye, Yoo Jeongyeon!!, ¡¡las llaves de tu piso, ahora!!. -mandó Jihyo con rostro de desagrado y autoritaria. -¡Limpia ésto antes de irte! Y... y aquí tienes, me lo agradecerás manana. -Extendió una pastilla para la resaca, de este modo, Nayeon, al menos podría sobrellevar la humillación de su desastre sin dolor de cabeza al día siguiente.

Jihyo salió dejándoles la limpieza a las rezagadas.

-Ok... ¿terminaste? -preguntó Jeongyeon.

-UUgghh... si... creo... Jeongyeonaaawhh... -Nayeon balbuceaba quejidos sin sentido, la rubia le abrazo por la cintura mientras Chaeyoung le ayudó a enganchar el brazo de la mayor alrededor del cuello de la alta.

-Ahora regreso... -dijo Jeongyeeon aún sin creer lo sucedido aunque riendo.

-No Mina, deja eso afuera... - dijo Chaeyoung cubriéndose la nariz, -Jeongyeon unnie tendrá que limpiar. Vamos a llevar ésto a la habitacion.

-Chaengie... no puedo dejar así...

-JY-piece unnie se encargará, además mira, tengo un regalo.- sacudió la caja al aire sonriendo lo que llamó la curiosidad de la nipona.

-¿¡Ooh!?, ¿Qué es?

-No sé... Sana unnie me lo ha dado.

-¿Sana? -Mina frunció el ceño con incertidumbre... podía esperarlo todo de su compatriota pero ¿y esto así tan de repente y en esa envoltura tan elegante?

-!OK!- regresó Jeongyeon -Las peach sisters han caido por knock-out. Sorry por el desastre -terminó por limpiar todo mientras las otras dos recogían y lavaban los platos utilizados en su improvisada fiesta hasta que terminaron exahustas en el sillón.

-Ufff... Será mejor que me vaya... debo cuidar de la princesa... hasta mañana chicas, pórtense bien y cierren la puerta con seguro.- Jeongyeon dejó el lugar y el silencio y la tranquilidad regresaron hasta que...

-Hehehehe...

-¿De que te ries? -preguntó Mina a Chaeyong, acercándose al sillón donde estaba la coreana para hacierse bolita entre sus brazos.

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