58 - Queen

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— Si lo hice… Mina, yo busqué algo que no pude encontrar y cometí el peor error… 

— Chaeng… será mejor que esperemos… — Mina comenzaba a sentir cómo la sangre le hervía, deducía que en un momento arrebatado de honor defendiendo la transparencia de la verdad, Chaeyoung terminaría confesando lo que ya sabía pero también era importante que Mina pudiera controlarse de no sobre-reaccionar.

— Eres tú quien vino a mí, ¿qué quieres? — dijo la maknae con tono exaltado aunque aún murmuraban ya que en casa de su madre seguían dormidos. — Mina… ¿qué quieres de mí? 

Era tan fácil responder cuando sabía perfecto que no quería perderla pero el enojo que ahora trepidaba por su interior la llenaba de orgullo haciéndola ver algo indiferente, una imagen radicalmente distinta a la que había mostrado hace unos minutos.

— Creo que será mejor… será mejor romper por ahora. 

El silencio fue ensordecedor, ninguna apartó la mirada hasta que Chaeyoung se levantó de la silla despacio, sus múltiples peleas por celos de la nada le habían agotado, explotó contra sus amigas, y ahora Mina quería terminar… no era lo que tenía en mente, no era lo que quería en su futuro pero ahí estaban esas palabras que ahora tenían sentido aunque… 

— Dime una cosa… — preguntó Chaeng, —quieres romper porque he cometido el error que he hecho o ¿por algo más? 

Mina nunca creyó ser confrontada así en ese momento, pensó la respuesta, su corazón sabía que no quería terminar nada e intentar reparar pero su mente le jugaba sucio, pensó que en realidad sólo sentía que debía dejarle libre, pues ¿no es lo que dicen? ¿Si amas a alguien hay que aprender a dejarles en libertad y amarles como son? 

— Está bien, no tienes que decir nada si no quieres… — Chaeyoung suspiró — para ser sincera… hoy, hoy no me siento nada bien. Regresaré a la cama… — caminó arrastrando los pies hacia su habitación y el orgullo de la nipona terminó en el suelo, no fue capaz de hablar ni decir nada pero tampoco obtuvo una respuesta clara de la maknae. Para su infortunio, la nieve y la madrugada la habían dejado prisionera en casa de la familia Son.

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 — ¿Me culpas? —Volvió a preguntar Nayeon pero Jeongyeon no hablaba. La mayor se levantó dejando la cama poniéndose una bata encima de la pijama. 

— No te vayas. — finalmente logró decir Jeongyeon. Volvió a cerrar los ojos para respirar profundamente mientras Nayeon caminaba hacia el pequeño sillón que tenían en la habitación. — No quiero pelear. 

— Y yo la que menos… — resopló la mayor — Pero necesito saber qué piensas. No me engañes con palabras bonitas ni tiernos momentos cuando puedo sentir que hay algo que no te sienta bien…

— Nayeon… no se trata de culpas… no te culpo en nada, yo… — volvió  a contener el llanto resoplando las palabras lo mejor que pudo — estoy harta de que las cosas nunca nos salgan bien. 

— ¿Nunca?... ¿ves?... no sé, son… son ese tipo de comentarios que me hace pensar que sólo te enfocas en lo malo. 

— Nay, es muy difícil para mí en este momento, ¡tú no… ! —calló antes de decir algo de lo que se arrepentiría. 

— ¿"Tú no…"?, yo no, ¿qué? 

— Nada…

— Jeongyeon yo no ¿qué?, ¿yo no pasé por lo que tú sufriste?, ¿Eso ibas a decir? — La alta seguía en silencio, no había manera de defenderle y luego de calmarse un poco, Nayeon dijo con seriedad y mucha decepción —aunque no digas nada, es bueno saber lo que piensas…

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