¿Alguna vez te haz topado con alguien que entienda todo tu sufrimiento?
Alguien que entiende tus penas y tus peores momentos , que los sana y los convierte en tu motor para seguir.
Ella definitivamente era eso para mí.
Ojalá hubiera sabido eso an...
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—¿No te parece un poco jodido?— preguntó Mike.
—Sé más específico por favor— replique mientras seguía ajustando las riendas de mi caballo lo mejor que podia, ni siquiera entendía como es que seguía de pie pues estaba hecha un manojo de nervios.
—A esos ladrones los van a transportar en una cómoda carroza mientras que a nosotros nos obligarán a ir hasta allá en caballo... y en plena tormenta— de la misma manera en la que el me conocía, yo tampoco necesitaba palabras para saber que estaba nervioso. Además de eso, un buen indicio fue cuando percibí el sonido de sus palpitaciones aceleradas en mis oídos.
—Es para asegurarse que no sé escapen— chasqueo inconforme— Sabes que solo tenemos una carroza así que no creo que sea para tanto— parece que alguien se levantó con el pie izquierdo.
—Ahí vas de nuevo, no se por que me molesto en decir algo— se reprendió en tono bajo.
—¿A que te refieres exactamente?— pregunte aún sin dirigirle la mirada, creía suponer a donde quería llegar con eso y si no sacaba lo que sea que le molestaba, estaría todo el día con cara de pocos amigos.
—No, olvídalo— se aparto y reviso el equipo de su caballo con el ceño fruncido, solo escuchaba el choque de las hebillas y los chorros de agua golpeteando la madera del establo.
—Pff... como digas amigo...— solté en tono irónico y sabia que con eso seria suficiente.
—Sigues a ciegas sus planes y sus ordenes sin rechistar ni un segundo— se acerco dando grandes zancadas y había subido el tono de voz —Y no solo eso, justificas una y otra vez su ausencia en el equipo, tanto que incluso haces lo que a él le corresponde. No debería expresarme así de el— hizo una pequeña pausa— pero ya no soporto ver lo desgastada que estás.
—Pues entonces cierra los ojos, buenos días para ti también Mikey— subí a mi caballo y salí de ahí lo más rápido que me lo permitió el hermoso Orión.
Esa discusión no era algo nuevo entre Mike y yo, siempre esta reprochando sobre si hago un trabajo que no me corresponde y bla bla bla, normalmente ese tipo de cosas solo ocurren cuando ambos bebimos algo y comenzamos a sincerarnos; quizá sera que la misión lo tiene mas nervioso de lo que es capaz de admitir. Al poco tiempo me alcanzó y se colocó a mí lado sin decir nada o siquiera mírame.
La fría lluvia se sentía como pequeñas cortadas en mi cara, íbamos un poco tarde ya que Erwin solo tuvo 20 minutos para repasar el plan con nosotros antes de partir, afortunadamente nuestro escuadrón ya había practicado lo suficiente como para asegurar que todos saliéramos vivos, aunque no necesariamente ilesos de esa operación.
Entraríamos por el distrito Ehrmich hacia la capital Sina, rogaba a todos los cielos que mi hermano no estuviera involucrado en esta operación pues sería garantía de que mi madre se enteraría de "otra misión suicida", como solía llamarlas y odiaba angustiarla.
