¿Alguna vez te haz topado con alguien que entienda todo tu sufrimiento?
Alguien que entiende tus penas y tus peores momentos , que los sana y los convierte en tu motor para seguir.
Ella definitivamente era eso para mí.
Ojalá hubiera sabido eso an...
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Año851 •Verano•
Cuando el invierno partió, dejo tras de sí algunas sorpresas.
Con la ayuda de la infame "guillotina anti titanes" qué Hange inventó, logramos deshacernos de la mayoría de los qué rondaban dentro del territorio humano. Solo necesitamos poco menos de un año para eliminar las amenazas y en un mes y medio la población qué hace 6 años permanecía refugiada al interior, pudo regresar a su hogar. La economía parecía mejorar, había más tierras de cultivo qué suponían miles de nuevos empleos y se transformaban en una familia menos con hambre.
En lo que respecta a la Legión, fue una sorpresa para Hange que tantos miembros de las otras facciones se integrarán a nosotros con tal premura. Todos querían ser parte del valeroso y heroico cuerpo de investigación, aquel que había devuelto la fe en la humanidad.
Levi opinaba que solo eran una bola de oportunistas, decía que al final todos querían una probada de nuestra victoria.
— Es diferente ¿no es así?— dije después de un rato cabalgando y vislumbrar al pequeño Armin mirando con plenitud el cielo. Al igual que la población, nosotros volveríamos a pisar el césped detrás de las murallas después de 6 años.
Era inevitable la añoranza qué sentía en estos momentos, pensando en la última vez que estuve aquí. Todos mis amigos me acompañaban y en ese entonces esperaba que la próxima vez que mis pies tocara ese suelo fuera bajo la comandancia de aquel rubio molesto...
—Un montón... ¿Es como lo recuerdas?— preguntó curioso y con una enorme sonrisa que devolví intentando no hacer evidente la tristeza que me provocó.
—Algo así... Es demasiado el sentimiento de...— me detuve de golpe cuando de manera muy sutil comencé a percibir cierto sonido que nunca había escuchado con anterioridad, o al menos no con esa fiereza.
—¿Libertad?— añadió Eren algo tozco y devolviendo mi atención a ellos.
—Si es decir, es demasiado tranquilo aquí afuera. Aunque nunca habíamos llegado tan lejos. Creo que estamos cerca, Armin.
—Si— aseveró el ojiverde— es detrás de esa colina.
—¿Como lo sabes?
—Lo vi en los recuerdos de mi padre— respondió con tanta falta de vida en su mirada como nunca le había visto.
Estaba preocupada por el hasta el hueso, por qué ya no se parecía en nada al joven que conocí tiempo atrás. Notaba como mentía al hablar, cómo fingía al estar en compañía de sus amigos. Ya no peleaba con Jean, ya no reía con las payasadas de Sasha y Connie e incluso parecía alejarse un poco de Mikasa y Armin.
