El precio de la victoria

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—¡Todavía pueden acelerar más! ¡No se detengan!— gritaba Hange por encima del trote de los caballos

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—¡Todavía pueden acelerar más! ¡No se detengan!— gritaba Hange por encima del trote de los caballos.

—¿Cómo está Sasha, Connie?—gire levemente la cabeza hacia atrás y el chico hizo una mueca ante mi pregunta.

—El ajetreo parece ser que abrió la herida, General—respondió con voz temblorosa, no sabía si aquello se debía a nuestro frenético movimiento o a los sentimientos de preocupación que lo aquejaban.

—Maldita sea, lo siento. Prometo que ya casi llegamos, intenta ajustar las vendas para hacer presión.

Detrás de nosotros venían cuatro titanes de diferentes tamaños, habíamos logrado seguir sin percances hasta hace una hora pero en cuanto el sol comenzó a salir nuestra buena suerte se vio interrumpida.

—General creo que yo puedo...—Eren intentaba ponerse de pie sobre la carreta que yo conducía, en ella venían el, Connie y Sasha, mientras que a nuestro al rededor los demás miembros de la legión nos seguían. En el rostro del ojiverde aun eran visibles unas marcas rojizas debido a su reciente trasformación, ya había llegado a su limite y claramente no podía mas.

—Eren no te esfuerces— lo recriminaba de manera maternal la pelinegra.

—No es necesario, será mejor que te asegures de que esos libros lleguen en una pieza hasta el muro— él como pudo volvió a sentarse sobre el suelo de la carreta resignado.

Después de todo lo ocurrido en la batalla esperamos a que anocheciera. Mientras tanto buscamos sobrevivientes por al menos cuatro horas sin éxito pero afortunadamente los caballos que habían huido anteriormente regresaron, también Armin había despertado luego de un rato y se le puso al tanto de toda nuestra situación actual; al principio parecía reacio a la idea de que el fuera el heredero del poder del colosal y pensaba que Erwin debió ser salvado por que, según el y otros más, pensaban que estaríamos perdidos sin su guía.

Después de que las aguas se calmaron Hange y Levi acompañaron a Mikasa y a Eren hacia el sótano de lo que alguna vez fue su hogar para al fin develar los secretos que ahí se escondían, mientras esto ocurría yo quedé al cuidado de Sasha y del rubio; además pensaba que si Erwin no estaba para ese momento yo tampoco tenía cabida ahí.

Dentro del sótano en cuestión se encontraron tres libros que relataban gran parte de la vida del Dr. Jaeger, principalmente hablaba del mundo exterior y las palabras que estaban plasmadas no hacían más que demostrar que las teorías de Erwin era ciertas.

El gobierno se había encargado de hacernos pensar que éramos los únicos humanos en el mundo, que ahí afuera no había mas que un desolado panorama hostil donde la muerte nos esperaba con paciencia.

Según Grisha Jaeger en todo el territorio restante había algo llamado naciones, eran comunas de personas que estaban mucho mas avanzadas en todos los aspectos y que a diferencia de nosotros, ellos tenían muy presente nuestra existencia en el planeta ya que representábamos una amenaza solo que aun no quedaba claro de que tipo. El explicaba un poco la cotidianeidad de su vida antes de llegar a los muros y de como fue que arribo, podríamos pensar que solo eran los delirios de un hombre de mediana edad sin embargo un pedazo de papel algo mas grueso con la imagen de un joven matrimonio y un niño nos indicaba que tal vez no mentía, parecía un dibujo pero a su vez era tan detallado que seria imposible que alguien lo hiciera a mano, el se refería a esto como "fotografía".

• Rain •  || ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora