¿Alguna vez te haz topado con alguien que entienda todo tu sufrimiento?
Alguien que entiende tus penas y tus peores momentos , que los sana y los convierte en tu motor para seguir.
Ella definitivamente era eso para mí.
Ojalá hubiera sabido eso an...
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—¿Gelgar?— decía la rubia mientras recargaba la cabeza sobre su mano.
—Mmmm no se, un 7.5 tal vez, es demasiado borracho para funcionar.
—Tienes razón, bien entonces ¿Qué opinas de Mike?— cerré los ojos para concentrarme en mi respuesta.
—8.5 o un 9 tal vez — abrió los ojos con sorpresa.
—Vaya, esperaba menos. Entonces ¿Qué piensas de Erwin? Para mí el es un sólido 10.
—Mmm no lo sé tal vez solo que un poco aburrido—dije para luego bostezar— como sea, yo creo que ya tengo a mi acompañante— me lanzo una mirada de complicidad.
Nanaba y yo nos encontrábamos vigilando el perímetro mientras hablábamos sobre que amigo sería el mejor acompañante para el evento que se aproximaba. Anna había conocido a un buen mercader dentro del distrito Yalkell se enamoraron y todas esas cosas y al final decidió casarse con el en un mes aproximadamente. Después de quedar embarazada Erwin le permitió dimitir de su cargo y ahora vive una vida tranquila en el interior, constantemente nos mandábamos cartas y a decir verdad la extrañaba un poco.
—Dame una pista— negué con la cabeza— creo saber quién es.
—Ni en cien años podrías imaginar quien es.
—Me estás retando _________— sentenció y guardo silencio unos minutos mientras me escrudiñaba con la mirada— ¿Podría ser tal vez un capitán malhumorado?— me sentí un poco alarmada por lo especifico de su comentario, aún así intenté mantener mi semblante sereno.
—Bastante inteligente de tu parte Nanaba, la mayoría de los hombres que conocemos son malhumorados.
—Si bueno, más bien es que a Hange se le salió un comentario el otro día y ...
Mike llego justo a tiempo para interrumpir nuestra conversación, parecía que tenía una habilidad para aparecer en el mejor momento y salvarme de situaciones incómodas.
—¿Otra vez está calificando a las personas Nanaba?
— Para nada— conteste yo de inmediato— estábamos hablando que lo mejor sería que tú seas su acompañante en la boda— ella me miró confundida y solté una sonrisa incomoda.
—¿Eh? Bueno yo también tengo mi invitación sabes, no lo tomes a mal mujer pero planeaba que alguien más fuera mi pareja— su comentario me intrigó pues no sabía que Mike estuviera saliendo con alguien. El me miró por unos momentos y después llegó Thomas con nosotros, de pronto había demasiada gente en esta torre.
—_________— llamo mi atención— Los caballos ya están listos. Rin y Henning ya han preparado el almuerzo y los soldados que solicitaste ya cambiaron la guardia.
—Gracias Thomas, puedes ir a almorzar— dije para comenzar a masajear un hombro con la mano, el estar tanto tiempo vigilando me había provocado dolor en la espalda. Sorpresivamente Mike se acerco para ayudarme con mi acción, el tipo tenia mano dura y de vez en cuando solía tronar mi espalda, era muy bueno para ese tipo de cosas, no me imagino como se sentirá un golpe suyo, articule con los labios un gracias mientras alzaba la cabeza para mirarlo a la cara.
