¿Alguna vez te haz topado con alguien que entienda todo tu sufrimiento?
Alguien que entiende tus penas y tus peores momentos , que los sana y los convierte en tu motor para seguir.
Ella definitivamente era eso para mí.
Ojalá hubiera sabido eso an...
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Podría pasar horas debajo de esta lluvia artificial esperando a que en algún momento mi cuerpo se fundiera con el agua y se fuera por el drenaje, solo así tal vez me sentiría mejor o dejaría de sentir lo primero que sucediera. La situación me sobrepasaba pero con el animo que me cargaba ahora no podría hacerle frente a lo que venia.
¿Era obligatorio seguir? Es decir al final los detonadores de mi fuerza se habían esfumado, ¿Qué no era por ellos que yo hacia lo que hacia?. Sentía que era hasta ridículo que yo hubiera salido prácticamente ilesa, aunque a decir verdad el dolor emocional que me aquejaba era suficiente.
Tendría que reponerme, siempre me regodeo de decir que el sacrificio y la perdida deberían ser un motivante suficiente para seguir, para dar significado a las vidas perdidas "y una mierda" pensé.
—Solo un poco mas— susurraba contra mis piernas, mi llanto se intensificaba con cada momento que pasaba, esas palabras significaban que debía aguantar, como si me hiciera la promesa de que eventualmente todo estaría mejor o al menos eso deseaba.
Después de mi ducha, me dirigí a la habitación que le habían asignado a Erwin; el había recibido una cirugía de emergencia que le salvo la vida de milagro. Era muy de madrugada y el ambiente estaba inundado de un silencio ensordecedor, dentro de la habitación reinaba la respiración pausada del rubio que yacía inconsciente en la cama mientras mangueras con medicamentos le eran administrados y su semblante permanecía mas pálido de lo normal. La luz de una pequeña lámpara de aceite tintineaba amenazando con dejar el cuarto en penumbras y entonces el rechinar de la puerta irrumpió la atmósfera dejando ver a Levi que entraba con una bandeja de comida.
—No deberías cargar nada, tu pierna aun no se recupera del todo— me ignoro dejando la bandeja en la mesita al lado de la cama y coloco una silla a mi lado— Temo desilusionarte pero no creo que Erwin pueda comer.
—Tsk, no seas tonta— el miraba con detenimiento al rubio— Estoy seguro de que no haz comido bien.
—No tengo hambre— se formo un silencio mientras los dos escrudiñábamos a Smith como si de un animal exótico se tratase.
— ¿Qué tan mal esta?— dijo al cabo de unos segundos y yo suspire ante su pregunta.
— Dicen que si hubiéramos demorado una hora mas no habría llegado con vida, le tuvieron que transferir poco mas de dos litros de sangre. Se supone que podría despertar en diez días aproximadamente.
—Es demasiado.
—Lo se, estaré mas ocupada de lo normal— el me miro con el ceño fruncido— Sabes que nadie mas se puede hacer cargo. Tenemos que seguir la cadena de mando.
—¿Qué hay de ti?
—Estoy bien, solo unas pequeñas quemaduras y eso es todo.
—Sabes a que me refiero ______— dijo de la misma manera en la que le hable hace unos días, siempre usando mis palabras en mi contra-Mira yo no soy bueno para hablar de sentimientos y esas cosas, creo que lo sabes _______— hizo una pausa y carraspeo— Pero si quieres llorar o lo que sea no te interrumpiré, haz lo que debas hacer si eso te hace sentir mejor.
