¿Alguna vez te haz topado con alguien que entienda todo tu sufrimiento?
Alguien que entiende tus penas y tus peores momentos , que los sana y los convierte en tu motor para seguir.
Ella definitivamente era eso para mí.
Ojalá hubiera sabido eso an...
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El sonido de las gotas impactando con la tela del paraguas me provocaban un tic nervioso en el ojo derecho. Era mas que obvio que preferiría estar en otro lugar que aquí pero, es lo que un soldado tiene que hacer cuando se pierde una vida y esa perdida fue una terrible en verdad.
El regreso a la isla transcurrió bajo un silencio espeso como la brea, el resto de miembros de la legión paro las celebraciones y en ningún momento los chicos de la 104 se despegaron del cuerpo inerte de Sasha que se cubrió con una manta, como si eso pudiera ocultar el hecho de su falta de vida.
Se guardo el luto correspondiente y se siguió todo el protocolo condecorativo que suele utilizarse cuando alguno de los altos mandos de la milicia fallece, no era de menos por que al final, ella también formaba parte de los diez salvadores de la humanidad, como solían llamarnos.
—Imagino que así sucederá con cada uno de nosotros ¿no?— inicio Hange mientras se situaba a mi lado mirando desde la reja del cementerio como los chico sollozaban frente a la lapida de Sasha — Espero que al menos el clima sea mejor que esto— era un comentario sobrio pero entendí que quería lograr con eso.
—Tch, cállate Hange. No digas cosas como esas— la reprendía Levi.
—Yo espero lo mismo— respondí con una ligera sonrisa, ella saco su reloj de bolsillo.
—Me tengo que ir, debo ver si esta vez Eren quiere hablar— de inmediato nos dio la espalda comenzando a alejarse no sin antes gritar— ¡Les encargo a los chicos!
Desde donde estábamos situados se podía vislumbrar la punta de la espada de la estatua del Comandante Smith, la cual se encontraba en el centro del camposanto. Era bastante magnética y atrapaba la atención sin siquiera intentarlo.
— Podemos ir a visitarlo si quieres— dijo Levi después de un rato— No creo que estos terminen pronto.
— Estoy bien, gracias— respondí devolviendole la atención.
Aunque mi animo iba de caída, mis malestares físicos se disipaban; los moretones habían reducido su tamaño y unos raspones aun se dejaban ver sobre mi rostro, la herida de mi brazo dolía un poco pero parecía estar mejor y se suponía que me quitarían los puntos dentro de unos días.
— Quería hablarte de algo...— Levi sonó algo inquieto y luego añadió— Sabes que mañana me voy y no te veré en un tiempo...
— Lo se, pero tres meses no es mucho tiempo, Capitán— intente aparentar tranquilidad — Si te preocupa mi estado créeme que pasare mas tiempo en la oficina que...
— No es eso...
— ¿Entonces no te preocupas por mi?— bromee con una mueca triste— Apenas volvemos a hablar y...
—___________— se impaciento y parecía que el Capitán Ackerman no tenia humor— Estoy intentando decir algo serio.
— Lo siento— murmure sintiéndome como una malcriada— Dime.
