¿Alguna vez te haz topado con alguien que entienda todo tu sufrimiento?
Alguien que entiende tus penas y tus peores momentos , que los sana y los convierte en tu motor para seguir.
Ella definitivamente era eso para mí.
Ojalá hubiera sabido eso an...
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—¿Necesitas una mano?— pregunto Hange al verme lidiar con una lanza relámpago que intentaba clocar en el antebrazo.
—Si, gracias— respondí gentil y estire el brazo para facilitarle todo.
Nos encontrábamos en una salón gigantesco donde los soldados se preparaban para la batalla. Nos encargamos de urdir un plan que lucia como una apuesta totalmente arriesgada y que sólo funcionaria si las cosas ocurrían tal cual lo predijimos.
Actuaríamos mediante algunas instrucciones que dejo Eren sin embargo, también nos encargamos de improvisar un poco. Primero las tropas se desplazarían por los tejados desde el edificio en el que nos encontrábamos, mediante el ataque tuviera lugar, colocarían las piedras crioexplosivas en un punto alto trazando así la ruta segura para que el dirigible, que Onyankopon se encargo de conseguir anduviera sin problemas. Hange estaría a bordo todo el tiempo mientras que el resto se encargaban de lidiar con los soldados enemigos.
Por mi parte, yo debía asegurarme de que Armin llegara a tiempo al puerto para desmantelar la flota de la armada marleyana. Levi se encargaría de crear un espectáculo donde al final, se daría a entender que Zeke fue derrotado, los llevarían al dirigible al igual que a Eren y de ahí partiríamos de regreso a la isla.
—¿Cómo te fue ayer? — preguntó mientras seguía colocando el arma sobre mi.
—¿Te refieres a la gala? La verdad es que fue horrible utilizar ese vestido por horas. No entiendo como es que Historia lo logra...— bufo como si hubiera escuchado lo mas tonto del día, claro que sabia a que se refería pero prefería hacerme la loca.
—No seas ridícula ___________. Me refiero a Levi...— en ese momento mi vista viajo al otro lado de la habitación donde él terminaba de prepararse y note que también tenia puesta la mirada sobre nosotras— Ayer cuando llegue al la biblioteca lo encontré limpiando. Esperaba que hablaran tranquilamente no que se lanzaran los libros a la cara.
— ¿Levi no te dijo nada?
—Sabes que ese hombre es una tumba— puso los ojos en blanco, o mejor dicho, el único visible— ¿Y bien?— tome una maleta repleta de rocas brillantes y rebusque dentro de ella por cierto artefacto que era imperdible para mi. También intente disimular el ardor en mis mejillas porque lo que sucedió ahí dentro, de charla no tuvo mucho.
—Hablamos, sí y bueno las cosas están bien creo...— me limitaba en palabras pues Hange no necesitaba todos los detalles.
— Enhorabuena, al menos algo salio bien— suspiro cansada y por la ventana podía notar como la plaza estaba casi al limite de su capacidad y mi estomago resintió el terrible vértigo del preámbulo de la batalla.
—Aunque no entiendo como es que Enjirō logro que Levi aceptara participar en una treta de ese estilo. No es como que sean los mejores amigos.
— ¿Enjirō? pero eso no... Ay no puede ser, ese hombre es imposible. Claro que no te diría nada.
