Capítulo #1

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Hace 3 años:

Allecra:

Bellarosa y Gabriel están conmigo en la mansión de mi familia, han venido a  pasar el rato junto a mí en la piscina y conversando de como va todo en nuestras vidas, al otro lado un poco más apartados de nosotros están también unos socios de papá y está élRafaelo Mazzini es alto y muy guapo, su cabello es rubio claro, sus ojos son de color verde claro, tiene el cuerpo perfecto y bien construido con músculos muy definidos, me gustan los hoyuelos que se le hacen cuando sonríe, pasa su mano por su cabellera lacia despeinándose un poco, su posa su mirada en mi dirección y me pilla mirándolo, me sonríe pícaramente mordiéndose el labio inferior ver eso me hace perder un poco el aliento, es dos años mayor a mí, pero no me importa ahora tengo 19 en unos seis meses más o menos tendré 20, espero que cuando padre me vaya a preguntar con quién quiero casarme, él mismo me ayude una vez sepa la respuesta o puede ser que Rafaelo pida mi mano antes de eso, yo solo quiero un hombre en mi vida y ese es él.

—¿Oye Alle qué pasó?, te estoy preguntando varias veces si vamos o no a cenar con los compañeros de la universidad mañana, pero no me prestas atención, además no olvides que debes ir bien guapa—Bellarosa lo dice salpicando un poco de agua en mi dirección, sé muy que lo que acaba de decir fue a propósito frente a Gabriel esperando alguna reacción de él que jamás va a llegar.

Se lo he dicho un montón de veces, solo somos amigos y no sentimos nada el uno por el otro, por lo menos no en la manera que ella espera.

No puedo evitar reír y gritar con fuerza cuando me lanza más agua con su pie, pero olvidé por completo que mi padre está en su reunión importante así que guardo silencio rápidamente y veo con un poco de temor al fondo donde están ellos,  puedo ver como los guardaespaldas de padre están mirando en mi dirección y eso no me gusta nada, siempre me ha molestado un poco, a Gabriel parece no haberle afectado en lo más mínimo, pero mi amiga siempre me dice una y otra vez que soy un bombón andante, pero le digo que es una exagerada.

Me considero normal, mi cabello es del mismo color del chocolate es de color café oscuro hasta media espalda, mis ojos son de color turquesa al igual que lo eran los de mi abuelo materno, piel blanca y tersa, curvas generosas eso es regalo y herencia de mi madre, nariz respingona y pequeña, labios regordetes, mido 1,68 mi cuerpo es atlético me gusta mantenerme en forma.

Pero nada de esto sirve, si quién quiero que me devore entera de pies a cabeza solo me da miraditas, guiños de ojo y sonrisas traviesas, nada más.

Volviendo a la realidad de mala gana y me giro hacia mis amigos para responder.

—Claro que sí amiga, ya tengo el vestido listo, ayer lo compré en línea y llego esta mañana— le digo fingiendo estar muy alegre por la reunión de mañana, pero la verdad es que no tengo ganas de ir, pero es eso o estar aquí en casa encerrada en mi habitación con mi hermana pequeña.

— Bueno lamento interrumpir chicas, las tengo que dejar necesito atender unos asuntos muy importantes, pero fue un gusto pasar parte de mi mañana con dos mujeres hermosas, me llamas cuando estés en casa Bellarosa no lo olvides— mientras le dice eso a su hermana me abraza y me da un beso en la mejilla, luego va y despeina la cabeza de su hermana como si fuera una niña pequeña.

Antes de que pueda decir algo mi amiga se adelanta —¿No sé por qué no te fijas en mi hermano?, es un buen partido sabes y sin olvidar que algún día tomara las riendas del negocio familiar, pero no, en lugar de eso vas y te fijas en Rafaelo que es un imbécil, he escuchado rumores sabes, la gente habla y no muy bien, me refiero a como es en la cama y como es él en realidad cuando deja el show de niño angelical que tanto odio ver desde que somos niños, solo digo amiga si te va lo rudo, ¡Adelante todo tuyo!, pero ten cuidado ¿Está bien?—lo dice de manera muy seria y preocupada.

Me Compraste pero jamás seré tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora