ALLECRA:
Llegamos a casa y para mi sorpresa padre aún seguía contento, Rafaelo estaba muy enojado, no entiendo porque si antes de que se vaya a la otra sala estaba de buen humor, se subió a su auto y se fue sin decir una sola palabra, Luciano se encerró con padre una vez que entraron a la casa y yo me dirigí al cuarto de Isabella yo quería ir a ver como estaba y si necesitaba algo.
Toco suavemente su puerta esperando que me dejé entrar, momentos después escucho unos pasos apresurados acercándose a la puerta y luego abre la puerta dejando una pequeña abertura, para poder cerciorarse de quién es antes de abrirla completamente, le digo que soy yo que no tiene nada de qué preocuparse al verme y escucharme ella abre totalmente la puerta y me deja entrar.
—¡Hermana!, eres tú y dime tengo mucha curiosidad de saber que pasó allá. ¿Padre dio problemas?, ¿Los recibieron bien?, ¿Cómo te fue con ese hombre que va a ser tu futuro esposo?, tengo tantas preguntas hermana quiero que me cuentes todo— me dice ansiosa, mientras se muerde el labio inferior evitando decir más y esperando que yo hable y calme su curiosidad.
—Seré muy franca contigo hermana, yo...yo creo que bien, muy bien, la otra semana debemos mudarnos a su casa, así que debes de ir empacando solo lo que de verdad quieras llevar contigo, te recomiendo cosas esenciales y ligeras por si nos tenemos que ir rápido de allá, sabes muy bien pequeña que no nos quedaremos mucho tiempo con él, una vez que salgamos de este infierno tendré que ponerme inmediatamente en un plan para liberarnos de ese payaso de Dante—la pegó a mí en un fuerte abrazo, me siento tan feliz por fin estamos a un paso de lo que tanto queremos, vivir en paz y sin el miedo de que vayan a hacer con nosotras en cualquier momento, como lo ha sido todos estos años viviendo con padre, ahora debo concentrarme bien en organizar el aspecto económico de ambas y en caso de que sea necesario como debo estirar los ahorros de mi cuenta lo más que pueda en el momento que ya estemos a nuestra suerte, pero lo dejo para después ahora disfrutaré de esta pequeña victoria, hemos ganado una batalla, nos faltan muchas más.
—¿Hermosa quieres salir a comer un helado?, si es así anda ponte bonita y vemos que hacemos en caso de que no te quieras ir por el helado, me voy a mi habitación a cambiarme, cuando estés lista vas y tocas la puerta antes de entrar, te espero no tardes—le doy un beso en la frente y salgo de su habitación.
Ya estando en mi habitación le envió un mensaje rápido a Bellarosa diciéndole que nos vemos en el centro comercial de Westminster, me acuesto en mi cama con una inmensa sonrisa y respiro profundamente, siento esta gran sensación de libertad y felicidad que me llena que no sé cómo explicarlo.
Aunque deba pagar un precio por ella no dejo que eso me desanime del todo, sé que no será por mucho tiempo pero deseo de todo corazón que este tipo no sea de los que golpean a sus esposas, porque si es así, me voy a convertir en viuda muy rápido, mis planes no van a fallar, de eso estoy muy segura, el bienestar de Isabella depende de eso.
¡Calma Allecra, tienes que ir con calma un paso a la vez!, verás que todo saldrá muy bien, ya deja de pensar en ello.
Siento cómo se van cerrando poco a poco mis ojos sin poder evitarlo, como si me estuviera durmiendo y no lo pudiera evitar, eso es lo que ha provocado está sensación de seguridad y paz, después de un rato escucho que golpean mi puerta, pero si sentí que mis ojos apenas los había cerrado un momento y nada más, me espabiló con un poco de dificultad y me pongo de pie, por suerte ya me había cambiado de ropa antes de acostarme un momento en mi cama.
Camino hacia la puerta y la abro porque sé con certeza que es mi hermana Isabella viniendo a verme por la salida que le prometí, entra y se tira en mi cama, ella ya está lista, se ha arreglado un poco pero no es muy vanidosa aún como lo son otras niñas de su edad y de nuestro círculo social, ella se ha puesto una hermosa blusa lila de algodón sencilla, me gusta como se le ve, sin escotes sin adornos exagerados, un jean ceñido con pequeños deshilachados en los muslos y las rodillas y unos converse lilas que combinan con su blusa, le cae perfectamente ya que el color de su piel es blanca, su cabello rubio y lacio le da un aspecto muy angelical, y las pocas pecas que tiene la hacen ver mucho más guapa aunque ella las odia.
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Me Compraste pero jamás seré tuya
RomanceAllecra Cavour Castagna de 19 años es usada por su padre para poder calmar a un enemigo que lo quiere muerto, ella aprenderá a las malas que todo lo que planeo para ella nunca sucederá. Pero una idea se forma en su cabeza y esa es luchar por su tan...