Capítulo #21

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Allecra

¡Maldito mentiroso igual a mi padre!,él me aseguro  que me iba a dejar ser libre y solo me ha tenido encerrada en esta casa, desde aquella vez que llegue en la madrugada.

Gracias a Dios no me quito el celular, mi hermana viene a verme cuando me olvidó de ir a su habitación, desayunamos, cenamos, pero no le dejó saber que estoy confinada aquí en esta casa y que no puedo salir como antes a mi libre antojo, le digo que no quiero salir que tengo cosas que hacer acá y que a veces ayudo a Dante con lo que sea que me pida que haga por él, debo seguir fingiendo obediencia en cualquier momento podré escapar de una buena vez de este lugar  y si lo hago no volveré jamás.

Parece como si hubiera sido ayer cuando tuve que venir acá a vivir con él, de eso ya hace 4 meses que estoy casada con ese demonio, es una pesadilla.

Aunque fue idea de Gabriel que me esconda un tiempo, no sé sabe que pueda tener planeado el padre de Rafelo para mí o si ya descubrió que fui yo y sí mi padre se entera de lo que hice.

¡Dios!, no quiero ni imaginar lo que él me pueda llegar a hacer por mantener feliz a su segundo al mando, ni estar casada con Dante creo que pueda ayudarme.

Dejando de lado eso por un momento, no creo poder soportarlo un día más seguir así escondida y a merced de él.

A veces disfruto del sexo, sin embargo no lo veo como algo más, no somo cercanos y no creo que lo seamos alguna vez.

¡Solo quiero ser libre y vivir en paz!, quiero poder hacer con mi vida lo que me plazca y no esperar a que me digan que puedo y qué no hacer.

Gabriel, no puedo evitar pensar en él, en su sonrisa, lo guapo que es, su elegancia, su pecho fuerte en el que me apoyaba cuando necesitaba consuelo, los brazos llenos de músculos y tatuajes pero sin caer en lo exagerado, la ternura con la que me abrazaba y como se preocupa de verdad por mí, sin pedir nada a cambio en ningún momento, eso es lo que más me gusta de él.

Sus ojos color celeste, sus labios llenos rosados y sensuales, su cabello rubio, sus pecas en el puente de su nariz, son lindas.

¿Allecra qué te sucede?, se supone que lo quieres como un hermano, no como algo más, suficiente tienes con los hombres que te arruinan la vida, como para querer arrastrar a Gabriel a esto.

Sacudo mi cabeza y decido ir al gimnasio que Dante tiene en su mansión, tengo que hacer algo o juro que me voy a volver loca.

Me pongo ropa muy cómoda unos leggins negros con abertura en las rodillas, zapatillas de deporte negras y un top con mangas largas, últimamente siento mucho frío, no sé porque pero no me gusta el frío.

Recojo todo el cabello en una cola bien alta y apretada para tenerlo lejos de mi rostro y no me moleste al momento de hacer ejercicio.

Sin rastro de maquillaje no tiene sentido, no a menos que quiera lucir como un payaso después de que termine de hacer ejercicio, agarro mi celular lo mantendré cerca por si me llaman mis amigos o por si Isabella necesita algo.

Una vez en el gimnasio, puedo apreciar que es amplio, las paredes tienen espejos de gran tamaño y seguridad, tiene una bicicleta para hacer spinning, tiene pesas y discos desde el más pesado hasta el más liviano, mancuernas, una caminadora, un par de esterillas, bandas elásticas, bueno alguien se ejercita mucho por lo visto.

Empiezo con la caminadora la configuro para 15 minutos ha pasado algo de tiempo, así que me decido por hacer algo suave, pongo música al azar en mi celular, empieza a  sonar  Shape of You de Ed Sheeran, me rio porque no entrenaré a ese nivel como lo hace él en el vídeo, pero si es tiempo de volver a ejercitarme estoy subiendo de peso, eso no es nada bueno.

Me Compraste pero jamás seré tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora