Dante
Después de pasar explorando el cuerpo de Allecra por unas horas, no opuso tanta resistencia como quería hacerme creer.
Le dije lo que cualquier mujer en su estado quiere escuchar, que iba a tratar de ser mejor persona por ella y los bebés, que iba a poner de mi parte y que iba a ser todo un poco mejor
Aunque sé muy bien que ella no siente nada por mí, llámalo egoísmo o como quieras, pero tampoco la puedo dejar libre para que corra con su amiguito, el tal Gabriel.
Hice lo que sea para no tener encima un problema más.
Ahora mi mente está en Luciano ese maldito que pudo escapar del destino que se merecía y luego está en buscar al maldito de Rafaelo, tengo cuentas que ajustar con él., pero nadie sabe nada de él, es como sí al maldito se lo hubiera tragado la tierra.
Estoy en mi despacho esperando a que llegue Leoluca Bagarella, Padre de Leo y Vanna, fue cercano a mi padre y como un guía para mí cuando quede huérfano.
¿En qué problema me metió la Zorra de su hija está vez?
Bebo un poco de este nuevo coñac que me regalaron, es un Henri IV Dudognon Heritage, es delicioso.
Me mantengo ocupado mientras sigo perdido en mis documentos aprobando compras de licor, gastos pendientes de los arreglos en los otros burdeles, gastos pequeños sin importancia.
Escucho que tocan la puerta doy la orden que pasen y entra Leoluca, ya se le nota más las canas, sigue igual de alto, algo robusto pero siempre luciendo elegante como lo ha hecho desde que lo conozco.
Apenas me ve sonríe y se acerca a darme un fuerte abrazo, no puedo evitar devolverle el abrazo, hace muchos años que no lo veía, ambos hemos estado muy ocupados.
También entraron Leo y Vanna, los invito a que todos tomen asiento y poder acabar con esto.
-¿Bueno a qué debo el placer de tu visita?, qué es eso de lo que quieren hablar conmigo -directo al grano siempre, no hay porque retrasar esto.
-Sabes que te quiero como a un hijo más, yo te ayude y te enseñe lo que tu padre no pudo, así que dejando eso de lado te hablo como padre y jefe de territorio, mi hija aquí presente, me acaba de confesar que está esperando un hijo tuyo, hoy la llevamos a que se haga los respectivos exámenes y pudimos confirmar que está de 3 meses y medio, ¿Tú sabías algo de esto?, solo quiero lo mejor para ella es por eso que estoy aquí chico-me quedo quieto procesando lo que acaba de decir y aprieto los puños.
¡No me puede estar pasando esto!, me niego a creer que sea cierto.
-No, no tenía idea de que Vanna estaba embarazada y peor que sea mío, como ella asegura. ¿Te puedes explicar, Vanna?- aprieto los dientes y espero que hable, debe de estar agradecida que están aquí sus padres y su hermano, porque sino ya la estuviera estrangulando.
-Amore mío, yo estoy igual de sorprendida que tú, pero es verdad, todo es verdad. ¡Vamos a ser padres!, ya puedes divorciarte del estorbo que tienes por mujer y podremos casarnos, seremos una familia para nuestro pequeño es lo que en realidad importa, te amo-se pone una mano en su vientre y sonríe, esto es una jodida pesadilla.
¡Joder!, por lo menos Allecra nunca me pidió esta locura de jugar a la familia feliz, creo que si la hubiera dejado habría huido lejos de mí.
La culpa de todo esto es solo mía por meterme otra vez con Vanna, debía esperarme algo así de ella.
-¿Estás segura que es mío Vanna?, porque quiero dejarte en claro algo, yo no voy a dejar a mi esposa por ahora, ella me necesita, entonces quiero que respondas con la verdad lo que te acabo de preguntar, según eso veré que hacer contigo - espero paciente con mi mirada clavada en ella todo el tiempo para que sepa que no estoy para sus juegos.
ESTÁS LEYENDO
Me Compraste pero jamás seré tuya
RomanceAllecra Cavour Castagna de 19 años es usada por su padre para poder calmar a un enemigo que lo quiere muerto, ella aprenderá a las malas que todo lo que planeo para ella nunca sucederá. Pero una idea se forma en su cabeza y esa es luchar por su tan...