Capítulo #2

2.1K 102 8
                                    

Dante:

¡Estoy explotando de la rabia ese maldito Stefano Cavour me las pagará todas, lo juro!

Bebo de un solo trago mi coñac, estoy tan enojado que no siento el ardor del licor que provoca en mi garganta, la mujer que está en mi regazo una pelirroja despampanante no hace nada por aliviar mi ira.

Aunque no la culpo, quizás en unas horas más cuando la tenga desnuda y gritando por piedad en mi cama, y pueda liberar toda mi ira con este buen pedazo de carne puede ser que me sienta mejor, mi segundo al mando Leonardo Bagarella me mira con cara que sabe que lo que me va a decir me pondrá al límite y me descontrolaré por completo.

Se remueve algo incómodo en su asiento frente a mí, mientras muevo mi mano entre las piernas de la pelirroja y ella se menea con desesperación sobre mí, Leonardo se aclara la garganta antes de hablar—Stefano no solo te robo el cargamento de chicas, sino que ha estado saboteando algunos negocios más, ¡Ya nos enteramos que quién estuvo detrás de todo fue él!, como sabe que lo hemos descubierto envió una oferta de matrimonio, está ofreciendo a su hija Allecra Cavour de 19 años, dijo que es su ofrenda de paz que la tomes, asegura que desconocía que eras tú a quién estaba jodiendo, déjame decirte que eso es mentira solo pensé que lo debía  recalcar, por otro lado los miembros más antiguos están de acuerdo con esa oferta y dicen que la tomes, que así podemos adueñarnos con su territorio y deshacernos de ellos más fácilmente no lo verán venir, ahora ¿Si quieres o no conservar a la chica?, ya es decisión tuya jefe—me da un análisis de la situación muy seguro y confiado, no solo es mi segundo al mando es mi mejor amigo también, así que confío en lo que me acaba de decir, eso me relaja un poco y también me hace pensar con más calma, mientras palmeo las piernas de la pelirroja, eso la hace reír.

—Tienes razón no solo voy a aceptar la oferta de matrimonio, la voy a romper y de paso matar todas las ideas ridículas que tenga esa arpía de querer seducirme y ponerme a sus pies, porque eso es lo que le habrá instruido su padre, ¡Se arrepentirá de haberse ofrecido como una ofrenda a mí!— digo con menos enojo, pero excitado con la idea de lastimar a la hija de mi enemigo.

—Eso es lo que te decía, debes tener cabeza fría Dante y no dar a notar que quieres tomar su territorio, pero lo que sea que quieres hacer con esta chica, hazlo unos meses después de que se casen, así podemos dar el golpe bien preparados—me aconseja Leo.

Está bien voy a seguir disfrutando la noche hasta que esté listo para irme. El bar-discoteca de lujo es un sitio neutral podemos venir de cualquier territorio y pasar un buen rato es como un respiro, Marco’s siempre ha funcionado así, aunque prefiero mis clubes nocturnos, de vez en cuando ver caras nuevas y frescas ayuda en algo, estoy viendo a la gente bailar, usar los privados para algo más que besos, consumir líneas de coca en sus mesas, otros ligando en el bar, después de todos somos gente común y corriente detrás de nuestros apellidos y estatus.

Siento unas manos en mis mejillas seguida de una muy entusiasta boca buscar la mía, le hago un gesto con la mano a Leo que busque distraerse para que no tenga que ver esto, no soy tímido,  para nada, solo que en este bar no se hace lo que se hace en mis Clubes donde hay más libertad y se puede dar rienda suelta a todas las fantasías posibles.

Dejo que me bese un poco más y subo mi mano agarrando su cuello con un poco de fuerza, separándome un poco de ella, toco su labio inferior con mi pulgar y veo sus pupilas dilatadas producto de la lujuria y el deseo, apuesto que si le dijera que me folle aquí frente a todos lo haría.

Muerdo su labio inferior con fuerza y susurro muy cerca de su boca—¡Es la última vez que haces eso!, ya sabes que yo mando y controlo todo, cara—ella gime con fuerza y luego trata de hacer una cara de arrepentida, como cuando las niñas mimadas son reprendidas, pero sé muy bien que es un acto, así que la suelto.

Me Compraste pero jamás seré tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora