Me Compraste pero jamás seré tuya

Capítulo #39

Allecra

7 meses después:

Dante está  muy raro, misterioso, a veces hasta algo mal genio, casi como si hubiera vuelto a ser el mismo de antes.

Nunca dejé que esos momentos de paz que tuvimos cuando nacieron los niños y hasta ahora, me hicieran bajar la guardia y pensar que podíamos vivir bien y juntos para siempre, no nunca puse mi corazón en ello.

Ahora ellos tienen 7 meses y me dejan realmente agotada, a ves no tengo tiempo ni para mi misma.

Pero siempre aún así él encontraba momentos para estar conmigo, teníamos sexo caliente y a veces hasta puedo llegar a pensar que hacíamos el amor era tan dulce y tierno conmigo aunque nunca lo escuche decirme que me ama, busqué un implante que no me diera problemas de olvidarme tomar las pastillas o aplicarme las inyecciones el día que eran, me ha funcionado muy bien.

¡Estaba todo bien!, pero de unos meses para acá todo se fue al demonio, de la noche a la mañana él cambio o de pronto alguien es el responsable de ese cambio.

Debo saber que sucede con exactitud, si ese algo o alguien es la causa de su distanciamiento, que se puede hacer para que dejé de serlo y todo vuelva a la normalidad en nuestras vidas.

Si esto afecta el futuro de mis bebés es mi asunto, entre Dante y yo no hemos decidido ponerle nombre a esto que tenemos, yo creo que aún hay mucho camino por recorrer para que podamos llegar a ser algún día una pareja de verdad.

Hoy se fue muy rápido de casa, como si tuviera apuro por llegar algún lugar en específico o de pronto alguien lo estaba esperando.

¡Basta Allecra!, Tú y él solo crían a los bebés como sus padres y pasan un buen rato juntos en la cama no más, deja de ser tonta.

Isabella está jugando con los bebés en el suelo en la sala, los observó, pero también sigo perdida en mis pensamientos tratando de buscar posibles respuestas, antes de hablar con Dante.

Estoy concentrada viendo como Gianna logra sentarse sola por un momento antes de perder el equilibrio otra vez,  lo bueno es que no rompio a llorar, porque es muy difícil de calmar cuando pasa eso.

Mi celular suena en este instante, haciendo que quite mi mirada de ellos un momento.

¿Quién puede ser?

* Número desconocido*

Mierda, diría que estoy un poco recelosa de responder está llamada, por antiguas malas experiencias.

—¿Hola?— espero que no me salga una voz siniestra de alguien que fue enviado a dejarme una amenaza o algo así.

—¡Principessa, eres una ingrata sabías!, nunca espere que fueras ese tipo de persona estoy muy dolido—grito de la emoción, estoy tan feliz de escuchar su voz después de tanto tiempo.

Gabriel, es él y lo mejor de todo es que está bien. ¡Dios que alivio!

—¿De verdad eres tú? ¿Y Bella, qué es de ella? ¿Estás bien, porque no volviste a llamarme más?, no creo que pueda perdonarte fácilmente está vez—me detengo por un momento, son tantas preguntas las que le hago una seguida de otra, que no lo dejo ni responder una sola.

—Pensé que te habías olvidado de nosotros, pero veo que no es así, eso me alegra mucho cariño, ¡No he dejado de pensar en ti ni un solo día, Principessa!—Dios mío, todas esas emociones que pensé que las había dejado atrás toman fuerza al escuchar sus palabras.

—Ha sido complicado, pero jamás me olvidaría de ustedes, nunca eso no debes ponerlo en duda, ustedes son parte de mi familia— ellos siempre formarán parte de mi vida le guste a Dante o no.