Capítulo #5

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Dante

Cuando la vi entrar, esperaba que sea como esas mujeres a las que estoy acostumbrado a tratar todo el tiempo, que son expertas en seducir y muy seguras de si mismas.

No me espera volver a ver a la belleza de la disco, es mucho más hermosa de cerca, tiene unos labios que pedían a gritos que los bese o muerda, son regordetes y delicados, unos ojos hipnotizadores, su rostro es delicado y hermoso, tiene el cabello largo y sedoso del color del chocolate, sentía la necesidad de poner mis manos sobre ella por eso apreté mi agarre en las piernas de Bianca.

Me pican las manos por agarrar  con fuerza ese cabello en un solo puño, mientras la imaginaba de rodillas ante mí, cerrando esa linda  boquita en mi polla y chupándola como si su vida dependiera de ello, sus tetas perfectas y redondeadas las podía apreciar en su vestido bien ceñido al cuerpo.

Aunque detesto ese color infantil que usa no me gusto en absoluto, la prefiero desnuda y en mi cama esperando por mi, sus piernas son torneadas y su piel se jodidamente suave, me las podía imaginar cerrándose con fuerza en mi cintura, mientras la follaba contra la pared.

¡Concéntrate Dante, deja de portarte como un maldito adolescente cachondo!

Observe que su rostro estaba en blanco y como estaba agarrada del brazo de ese maldito de Rafaelo, todo eso hizo en mi mente clic, mi supuesta prometida no solo es jodidamente hermosa, estando por comprometerse conmigo salió a ligar al bar y de paso parece tener un enamoramiento con esta basura de hombre.

Juro por Dios que si descubro que es alguna artimaña no solo lo mataré, a ella también y toda su familia por querer tomarme por tonto, siento como rechinan mis dientes a tal punto que parece que se van a partir.

El desgraciado de Stefano toma asiento sin que lo invite y se pone cómodo, diciéndome que debemos conversar, le susurro a Bianca al oído que me espere en el cuarto de huéspedes desnuda y lista que en unos minutos voy.

Escuchar eso hace que me bese y solo por hacer que esa arpía igual a su padre se arrepienta de haber venido le devuelvo el beso, ella gime escandalosamente eso hará que se gane un par de azotes de mi parte más tarde, se levanta y se va meneando sus caderas sugestivamente, juraría que hasta el propio Stefano le echo una mirada cuando paseo junto a él.

Pasa rozando apropósito a Rafaelo, que chica traviesa, otro castigo más para ella por ser atrevida, observo la que quiere ser mi futura esposa sonreír, bueno, eso es un poco raro y cuando me devuelve la mirada creo que sabe que ha cometido un error al participar en los planes de su padre.

¡Oh cariño!, no sabes dónde te has metido haré que aprendas la lección por las malas.


Allecra:

Trago fuertemente y me paro detrás de padre hasta que me diga lo que quiere que haga. o si me puedo sentar.

Padre habla con seguridad—Bueno Chico, traje hoy a mi hija para que veas que mi ofrenda de paz es genuina, ¿Cuándo te casarás con ella o te la llevarás de mi casa?, no tengo problema si eso sucede hoy mismo, les daré un tiempo para que conversen a solas y decidan las fechas—dice totalmente confiado reclinándose en el sillón, Rafaelo tiene cara de querer irse tras esa mujerzuela y mi hermano Luciano tiene cara de querer estar en cualquier otro lugar y no aquí.

Dante sonríe ante las demandas de mi padre y se pone más cómodo—Está bien váyanse, voy a hablar con mi futura sposa, suocero—dice con sorna.

Le hace un gesto al hombre guapo que nos recibió y padre se pone de pie—Leo por favor acompáñalos a la otra sala, debo tener una charla aquí, con esta belleza—dice con burla, juro que me dan ganas de estrellar mi puño en su rostro, pero solo aprieto mis manos fuertemente para evitar cometer una locura de la que me vaya a arrepentir.

Me Compraste pero jamás seré tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora