Capítulo #11

1.9K 81 2
                                    

Dante

Me sirvo medio vaso de whisky en el pequeño bar que tengo en mi despacho, me lo bebo de golpe pero no hace nada para calmar está rabia tan grande que tengo y siento que quema por dentro.

Lanzo el vaso contra la pared con tanta fuerza sin  importarme en lo absoluto que se haga añicos dejando los vidrios esparcidos por el suelo.

—¡Maldita arpía!, tenlo por seguro que descubriré lo que estás ocultando, ese cuento de querer estudiar no te lo creo por nada— suelto un grito cargado de mucho enojo.

Escucho la puerta abrirse y me giro para enfrentarla por si decidió regresar a fastidiar, pero no es ella, es Leo mi mejor amigo, le di una maldita tarea y no la pudo cumplir.

—¿Por qué diablos la dejaste entrar?, te juro que si no fueras mi mejor amigo. ¡Per l'amour di Dio!, ya tuvieras una jodida bala en la cabeza—espeto muy cabreado apretando con fuerza mis puños.

—Pues deja de comportarte como un imbécil, no es mi culpa que quieras follar en el despacho teniendo tantos cuartos a tú disposición en está casa por último existen los hoteles— declara calmadamente.

—Ya olvídalo, pienso que tendré que tener alguien más eficiente cuidando la puerta la próxima vez, no puedo confiar en ti—le hago saber muy en serio.

—¡Cómo usted desee, JEFE!—me escupe de regreso, jodido Leo.

—Cambiando de tema. ¿Pusieron el rastreo en el auto de Allecra?, debo saber dónde está en todo momento, dile igual a dos de mis hombres que la sigan, tomen foto de todo hombre que esté junto a ella, nada me quita que hay algo sucio detrás de todo esto—manifiesto un poco más calmado.

—Yo creo que estás exagerando un poco con este tema, pero haré lo que digas— sale del despacho sin esperar una respuesta de mi parte.

Bueno tendré que visitar algunos contactos y formar alianzas por si hay algún enfrentamiento, quiero poder adueñarme de todo lo que le pertenece a Stefano y así vengar a mis padres, ellos necesitan eso.

¡Ya verás sabandija como te dejaré en la calle junto a toda tú familia, pero si me animo creo que  puedo hasta matarlos!, esa me parece una idea mucho mejor.

Me saco el condón y lo arrojó al tacho de basura, más tarde mi esposa pagará por haberme arruinado el polvo, me arreglo la ropa y una vez que estoy satisfecho dejo el despacho es hora de hacer algo productivo con mi tiempo libre.

Allecra

Estúpido, solo piensa con la polla y nada más.

Me trato de calmar solo porque ahora estoy con Isabella, hoy tengo que ir a su escuela a comunicarles que soy la nueva tutora de ella, debo adelantar los trámites de la universidad aunque aún tengo un poco de tiempo, ya que aún no empiezan las clases, pero no estaría mal tener todo listo antes de tiempo.

Le mando un texto a Gabriel diciéndole que por favor me ayude con un plan que esté listo cuanto antes.

Llamo a Bellarosa para que me dé alcance en la escuela de Isabella, una vez que nos ponemos de acuerdo, me concentro en manejar y pensar cómo diablos me voy a vengar de Rafaelo.

Si me llama y me exige que nos veamos lo más probable es que lleve un cuchillo o cualquier arma conmigo, prefiero matarlo antes que dejarlo que haga conmigo lo que quiera, eso jamás va a volver a pasar.

—¿Hermana estás bien?—me pregunta una preocupada Isabella

—Hmm...Sí, cariño. ¿Por qué lo preguntas?, me siento muy bien— respondo suavemente y concentrada en conducir.

Me Compraste pero jamás seré tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora