YoonGi amaba y adoraba a su grandiosa, extensa y súper normal familia.
Pero existían días en los que a esos ojetes les encantaba sacarlo de sus casillas.
Todo el mundo conocían las estupideces que acontecían a su amorosa familia.
Oh, que estrés era...
Esperemos la pronta recuperación de nuestro nene Min YoonGi, él es fuerte y el COVID se la pela al derecho y al revés.
Dejemos pensar de manera negativa, eso no ayuda en nada, a él no le gustaría vernos de esa manera, deseemos cosas buenas y déjemos mensajes de apoyo en sus redes sociales ❤️
Un especial para ustedes, espero logre hacernos sentir mejor a todos.
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Durante varios años el refrán "Hoy estás abajo, pero mañana estarás arriba" ha sido una ley de vida para ellos.
Estaba bien si se encontraban en lo más bajo, no les importaba compartir vasos, platos y cama, tener que esperar media hora a que alguien saliera del baño ya que solamente contaban con uno, que solo sea necesario dar tres pasos para pasar de la sala a la cocina. No había problema con eso, los hacía sentir unidos.
Pues estaban ahí, pero mañana... Tal vez un mañana muy lejano, estarían arriba, en la cima donde ciertas personas de apellido con inicial K, les escupía vilmente.
Y efectivamente, ahora estaban en esa cima, disfrutando cada una de las grandes y pequeñas cosas que anteriormente no pudieron disfrutar.
Su familia había crecido considerablemente, habían formado toda una villa para ellos cuando anteriormente su mundo era una casa de 7x14.
— ¿Por qué sigues sentado ahí? Ayúdanos a decorar el árbol.
Y habían hábitos que apesar de los años y de lo mucho que crezcamos, siguen persistiendo en nosotros.
YoonGi alzó la mirada de su programa, para ver a TaeHyung quien estaba enfrente de él, los brazos cruzados y unos adornos en su mano derecha.
Sentía un deja vú con esa escena.
Sonrió ampliamente, recargando más su espalda en el sillón.
— ¿Vas a pegarme si no ayudo?
— Extrañamente te gusta eso, así que no sería castigo, buscaré otra forma de castigarte si no mueves tu bonito trasero del sillón. —Se carcajeó al escuchar a su Alfa, guiando sus manos hacia la cintura contraria para acercarlo a él, TaeHyung no se opuso a ser movido, sintió los labios del pálido sobre su vientre y después su mejilla se recargó donde había dejado el beso .
— Niki puede ayudarte, le gusta ayudar a los demás.
— YoonGi.
— Bien, bien, entendí. —A regañadientes se separó de su esposo para poder levantarse del sillón, sintiendo su cuerpo entumecido por los pocos minutos que había estado ahí, tomó entre sus manos las mejillas de TaeHyung para juntar sus labios en un beso—. Eres más encantador cuando eres amenazante.
— Lo supe desde que me pediste que te gritara. —Por supuesto, rió de forma avergonzada antes de caminar hacia donde su familia acomodaba el árbol medianamente grande, Riki corrió hacia él en cuanto lo vio, siendo cargado de inmediato—. Hey, pulga número cuatro, ¿Cómo va todo?
