Yo jamás podría arrepentirme de la decisión que había tomado. Porque amar a Min YoonGi, fue lo mejor que me ha pasado, porque finalmente me sentía vivo, sentía la alegría de estar con vida, sentía la emoción de lo que pasará al día siguiente.
Me sentía feliz.
Vivo.
Estuve 20 años de mi vida encerrado en cuatro paredes, teniendo como único viaje ir a la escuela, después a mis clases de violín, ir a casa y volver a salir para las clases de modelaje en la agencia de mamá.
No pude ir a fiestas, no tenía muchos amigos. Mis hermanos nunca dudaban en convertirse en cachorros para jugar conmigo. Ellos nunca me abandonaron, fueron más padres conmigo que mis propios padres.
¿Estaba mal sentir eso?
Porque me sentía grosero, como si estuviera faltándole al respeto a mis padres, me sentía un mal hijo por tener ese pensamiento.
Al cumplir mis 18 años, supe que mi vida tomaría un rumbo completamente contradictorio a todo lo que conocía hasta ese entonces; antes no le había dado importancia, el sentirme fuera de lugar en mi familia, como si no perteneciera allí.
Como si de alguna manera el universo y la madre Luna me hubiera puesto en la familia equivocada como una especie de castigo para aprender de mis errores pasados.
Podía confirmarlo mientras permanecíamos en silencio en aquel innecesario comedor amplio, mis padres a las cabeceras, con aquellos atuendos elegantes junto a sus rostros completamente serios, como si estuvieran juzgando la comida con sus miradas, mis hermanos a mis costados parecían no querer arruinar el silencio al cual hemos estado acostumbrados desde nuestras vida.
Mi Noona pelaba con ayuda de su cuchillo y tenedor, una manzana al haber terminado ya nuestros alimentos principales, TaeYeon eliminaba la cáscara de aquella fruta mientras depositaba esos pedazos en mi plato, yo se lo agradecía con mi sonrisa y mi mirada; no era que no pudiera hacerlo, pero mí Noona siempre era la primera en querer ayudarme.
TaeMin todavía no terminaba su sopa, por lo que yacía en absoluto silencio sin siquiera hacer ruido al sorber, ya que mis padres creían que era de mala educación hacer ruidos a la hora de la comida. Todo era tan monótono y aburrido, sin una pizca de color.
— TaeYeon, ¿Qué estás haciendo? TaeHyung puede cortar su propia fruta, eres una Alfa, no debes estar haciendo esas cosas. — ante la gruesa voz de nuestro padre, mi hermana dejó lo que estaba haciendo para enfocar sus ojos con los de nuestro padre.
— Disculpe, padre, pero no me incomoda hacer esto por Hyunggie.
— Él también es un Alfa, no es un inútil.
Antes de que mi hermana replicara, tomé su mano apretándola con suavidad, ella giró para verme a lo que yo solamente le dedique una sonrisa.
«No se meta en problemas Noona, hagamos caso a lo que padre dice»
Decidí hablarle a través de nuestro vínculo, solté su mano para tomar mi plato junto a los utensilios que TaeYeon utilizaba, terminando de cortar la fruta, nuestro padre no volvió a comentar nada más durante el resto de la comida. Hasta que los ayudantes de la casa llegaron para retirar nuestros platos, fue cuando mi madre decidió romper el silencio.
— TaeHyung, hoy irás a la residencia de los señores Kim.
TaeMin tosió ligeramente cubriendo su boca con el pañuelo de la mesa, yo bajé la mirada mientras mi hermana apretaba los labios, era raro, hasta gracioso, referirse de esa manera a una familia que mantenía el mismo apellido que ellos, sin embargo no tenían un vínculo de sangre.
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La GRANDIOSA Familia Min
FanficYoonGi amaba y adoraba a su grandiosa, extensa y súper normal familia. Pero existían días en los que a esos ojetes les encantaba sacarlo de sus casillas. Todo el mundo conocían las estupideces que acontecían a su amorosa familia. Oh, que estrés era...