A YoonGi le encanta la noche buena y navidad, esas épocas del año en el que un viejo gordo y barbudo dejaba un montón de regalos debajo de un árbol arrancado de la tierra para ser decorado con luces excesivamente brillantes y un montón de esferas.
Sí, en definitiva lo adoraba. Las cenas de noche buena eran las mejores, platos, tras platos de deliciosa comida, pavo, brochetas, ponche.
Rompope.
Huh, el rompope.
Sí, amaba la navidad.
Pero lo único que le fastidiaba, era tener que juntarse con su familia y parte de la familia de su chico. Y la familia de sus cuñados. ¡Era demasiada familia!
No, muchas personas en una misma mesa, encerrados en cuatro paredes, gritándose de una esquina a otra para que se pasaran una botana, la mitad de los Alfas llenos hasta la médula de alcohol, sus tías comenzando a chismosear y meterse en su vida y en la de sus hermanos. Ver a sus tesoros agarrarse a puñetazos con sus primos por los regalos o por el último trozo de carne.
Eran unos animales.
Literalmente.
Los más jóvenes de la familia seguían sin controlar sus animales internos, por lo que cualquier emoción fuerte les haría transformarse y comenzar a gruñir y salivar en aquella forma lobuna, era gracioso inclusive tierno ya que los cachorros seguían siendo eso, cachorros, por lo que al transformarse se podían ver pequeñas bolas de pelos gruñendo y saltando en la mesa.
Pero eso no significaba que no pudieran morder o pelear.
HyunAh, SeokJin, TaeHyung y él casi siempre eran los que debían intervenir para no pasar de una celebración navideña a un funeral navideño.
Pero independientemente de las travesuras de sus niños, tal vez lo que más le incomodaba era el exceso de personas, la mayoría de los integrantes eran Alfas, sus feromonas eran fuertes hasta mareantes para todos.
Aún más lo eran la de los Alfas Gravidam y los Omegas Dominantes.
A pesar de los factores en contra de vivir todos bajo un mismo techo, estaban tan acostumbrados a permanecer cerca de la nombrada "manada" que ni una de las familias que vivían juntas tenía pensado alejarse de los demás.
Aunque afortunadamente tenían pequeñas casas, que eran conectadas por un enorme patio, no estaban cerca pero tampoco lejos. Sin embargo la mayor parte del tiempo la pasaban en la casa principal.
Pero el tour será después, regresando con la navidad.
Ese día no se trabajaba, porque sería muy de mal nacidos que alguien exigiera que sus empleados trabajarán en navidad.
Para suerte de todos los que trabajan en esa casa, ellos eran sus propios jefes, por lo que desde el 24 de diciembre hasta el 6 de enero se encerraban en la enorme casa Min, ayudando en las decoraciones y comida.
O al menos la mayoría lo intentaba.
— Llevas media hora ahí sentado, YoonGi. ¿No piensas ayudar?. — frente a él se encontraba la persona más preciosa, amable y dulce que podía existir, después seguía su hija, por supuesto.
TaeHyung fruncía firmemente sus cejas, bloqueando la vista de YoonGi hacia el televisor, donde estaba pasando un maratón de Alienígenas Ancestrales, el rubio estaba con un listón rojo en su mano derecha, un peluche de muñeco de nieve en su mano izquierda, no parecía tener intensiones de moverse hasta que el Alfa levantara su trasero de aquel sillón.
Y YoonGi tampoco tenía muchas intensiones de levantarse, que digamos.
— ¿Qué gano con ayudar?
— Que no te reviente la cara a golpes.
ESTÁS LEYENDO
La GRANDIOSA Familia Min
FanficYoonGi amaba y adoraba a su grandiosa, extensa y súper normal familia. Pero existían días en los que a esos ojetes les encantaba sacarlo de sus casillas. Todo el mundo conocían las estupideces que acontecían a su amorosa familia. Oh, que estrés era...