26 de Diciembre. (Parte 1)
Es el día siguiente, y no hay buenas noticias.
Me despierto más temprano desde que puse una alarma en mi teléfono, y estoy más dispuesta a tomarme este trabajo en serio que ayer. Cuando bajo para mi turno, Stiles ya está esperando en su silla. Puedes hacerlo. Me repito a mí misma.
Él oye el timbre y levanta la vista. — Llegas justo a tiempo — casi suena como un cumplido.
— Soy comprometida.
Apenas lo veo asentir y sigue trabajando. Intento no hacerlo, pero le echo un vistazo por encima del hombro. Inmediatamente noto algo diferente. Su pelo desordenado ha desaparecido.
— Te peinaste. — mi voz sale en un susurro.
Él asiente de nuevo. — Mhm. ¿Está mejor ahora?
Parpadeo. Realmente lo hizo. — Supongo.
— ¿Supones? — me mira — ¿Es tan malo?
— No. Está bien, así está mejor.
Stiles hace un gesto hacia el escritorio que está frente a mí. No sé qué está señalando hasta que habla. — Abre el primer cajón.
Frunzo el ceño y miro hacia abajo. — ¿Qué?
— Ábrelo.
Me acerco con mi silla y abro el cajón. Hay un montón de carpetas en él, pero encima de todas ellas, mi collar.
Oigo su voz detrás de mí. — No debí esconderlo — hace una pausa. — Pero no voy a disculparme — casi parece una broma.
Tomo el collar del cajón en mis manos y no puedo evitar sonreír. — Gracias — y empiezo a ponerlo en su lugar.
Cuando vuelve a colgar de mi cuello, me giro. Él ya me estaba mirando de reojo, pero al instante aparta la mirada. Sigo intentando averiguar cómo comportarme ahora.
Me aclaro la garganta. — ¿Ya desayunaste?
— No.
— ¿Quieres que te prepare algo?
Pensé que iba a negar mi ayuda, como hace normalmente, pero se limita a asentir. — De acuerdo — su voz es más tranquila. — Gracias.
Vuelvo a sonreír. Es temprano, pero sé que no tengo suficiente tiempo para estar en la cocina ahora que tengo que trabajar de verdad, así que intento ser más rápida. Preparo dos tazas de café y dos sándwiches de bacon.
Después de unos minutos, oigo que alguien entra. — Lydia
Estoy abriendo un cajón para sacar unas tazas cuando lo miro. — ¿Sí?
— Me muero de hambre.
Me río y sirvo el café. Los sándwiches ya estaban en sus platos. — Ya está listo. ¿Dejaste el mostrador solo?
— Es muy temprano, no pasa nada — toma asiento — El timbre se oye desde aquí.
Asiento con la cabeza. Llevo su taza de café y su sándwich a la mesa. — Aquí tienes.
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Motel California - Stydia
FanfictionLydia Martin está teniendo unas desafortunadas vacaciones de invierno. No ha sido la más suertuda últimamente, y todo va cada vez peor. Podría culpar de ello a su ex novio Jackson. Todo es frío, oscuro y aterrador. Pero de sus horribles opciones, su...