Los reencuentros son algo locos e inesperados, ¿no crees?
Estaba pasando mis días de soledad en la biblioteca. Hacía mucho tiempo que no venía. Me he distraído y he perdido la costumbre de leer. Ahora no me podía concentrar en un párrafo ya que me distraía fácilmente.
Al mirar en un lado me venían recuerdos y...
Cierro un libro, ya que no me podía concentrar. Me frustré más y me levanté de la silla con enojo. Más bien con bronca.
Fui hasta el estante donde había agarrado el libro y lo vuelvo a dejar. Enojada y frustrada. Estaba insatisfecha con todo lo que hacía. Busco con los ojos ojos algún libro que de verdad llame mi atención.
—Buscas por aburrimiento y no por entretenimiento. —Comentan en mis espaldas.
Me doy vuelta —no sin antes inhalar y exhalar—. Imploro paciencia y tranquilidad desde el más allá. También autocontrol, la iba a necesitar.
—¿Me estás siguiendo? —interrogo con enojo.
Me miraba con ojos entornados y no dejaba de desviar, de vez en cuando, sus ojos hacia arriba y hacia abajo. ¿Me estaría analizando?
—No. Soy una persona libre y puedo venir a la biblioteca.
—Como sea. —Ruedo los ojos. Lo miro un instante y me doy cuenta de algo— ¿No tienes que hacer algo? ... ¿Estar con alguien? —hago la última pregunta con énfasis.
—¿Algún día hablaremos de eso? —cruza sus brazos en su pecho. No puedo evitar seguirle el gesto.
—Tú y yo no tenemos nada de que hablar. Te lo he dejado claro la última vez. No te quiero cerca de mí, ya no quiero verte. Puedes invertir todo tu tiempo en ella en vez de perder tu tiempo aquí.
Dicho eso, me voy lejitos de él y todo su ego... ya me estaba sofocando estar ahí. Doblo en una esquina fuera de la biblioteca, entré en un callejón, y me dejo caer contra la pared. Abrazo mis rodillas y tiro mi cabeza hacia atrás y empiezo a sollozar. Empecé a tener de nuevo esos ataques y no pude parar...
Un mes después.
AURELIA
—Lía, ¿ya tienes todo? —pregunta la rubia.
—¡Sí! ... ¡No! —grito cuando veo que falta una caja.
—No olvides nada, o no podremos volver a recuperarlo nunca más.
Estamos empacando todo en cajas, todas nuestras pertenencias. Nos mudábamos a otra habitación, pero en el mismo edificio. Hace poco nos dijeron que había una habitación libre, el antiguo dueño ya se había ido y nadie la había reclamado... hasta nosotras. No perdimos esa oportunidad y la tomamos.
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Besos Lejanos [#2]
Teen FictionAurelia está decidida a ser una nueva persona, ya sea para bien o para mal... Las cosas no siguieron de la mejor forma tras el último año, tal vez los siguientes que pase ahí seguirán de mal en peor. Solo es cuestión de acostumbrarse a la tormenta. ...