CONNORCon suerte la había sujetado y la había aferrado a mí. No iba a dejarla caer. Supongo que no podía soltarla del todo, no podía, no cuando aún seguía sintiendo ese tacto electrizante cuando estaba cerca. Una corriente de emociones había arrasado con mi cuerpo cuando la acosté en la cama, la cama que habíamos compartido tantas cosas.
Recorrí sus facciones del rostro; sus párpados cerrados y sus pestañas descansando sobre ellos era el claro ejemplo de la hermosura. Sus pómulos y sus mejillas levemente sonrosada, su pequeña nariz y debajo de ella sus labios en forma de corazón estaban de un rosa pálido. Memoricé cada centímetro de su rostro y lo grabé en mi memoria.
Me quedé viendo sus labios, esos que me volvían loco con tan solo verlos, su labio superior en forma de corazón y su labio inferior carnoso y sobresaliente me hacían estallar. Pero luego se me vino la imágen del rubio hueco besándolos y... Suspiré luego le coloque una sábana arriba de su cuerpo.
Ese beso era el que había cambiado todo, ahora necesitaba más. Pero ella me necesitaba más, necesitaba salir de esa estúpida adicción en la que la había metido Luke. Ese mal nacido se las iba a arreglar conmigo. Pero ella era la que había decidido ingerir eso, ella tomó esa decisión y no había otra cosa que hacer que sacarla de allí antes de que sea demasiado tarde.
—Te prometo, lía, que saldremos de esta juntos. No te mentiré, será difícil, pero no imposible.
Ella me miraba con esos ojos infinitos llenos de un extraño brillo.
Le plante un beso corto en sus labios. Le acaricié la cabeza y la hice acostar en la cama para luego acostarme con ella y pegar su espalda a mi pecho. Sus brazos estaban hirviendo. Le rodee el estómago con mi brazo, estaba temblando.
—Necesitas descansar. —Susurro en su oído.
—Tengo frío.
—Lo sé, tienes fiebre y necesitas descansar. Con esa pastilla se te pasará.
Ella solo asintió y luego se durmió en mis brazos. Ella suspiraba agitada y estaba sudando. Se había dormido ya y sudaba por todos lados. Se dormía rápido, siempre lo hacía.
Me pregunto si hay cosas que él conoce de ella, como cuál es su comida chatarra favorita o... cuál es su expresión cuando algo le molesta o no le gusta. Me pregunto si de verdad la quiere.
O si ella lo quiere.
Aquella chica loca era mi perdición. Y mi luz al final del túnel.
Mi sonrisa estúpida se esfumó cuando ella empezó a jadear y a moverse. Lía se sacudió y sollozó, luego dijo:
—No... no me dejes, por favor. —Murmuraba en sueños.
Me rompía el corazón verla así, aunque estuviera soñando. Le quise abrazar para que se tranquilizara, pero me golpeó. Muy fuerte para ser exacto. «¡Ouch!». Por suerte ella se despertó, con lágrimas en sus pómulos, y me miró con miedo. Sollozó con fuerza y luego se pegó a mí como una lapa.
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Besos Lejanos [#2]
Teen FictionAurelia está decidida a ser una nueva persona, ya sea para bien o para mal... Las cosas no siguieron de la mejor forma tras el último año, tal vez los siguientes que pase ahí seguirán de mal en peor. Solo es cuestión de acostumbrarse a la tormenta. ...