He intentado ser fuerte, por mí. Pero te veo con ella y es un dolor que no puedo manejar.
AURELIA
Ese día después de el incidente en la biblioteca, me fui directo a la habitación del único que tenía lo que yo necesitaba en ese momento. Caminé rápido y luego me encontré con que estaba frente a la habitación de Luke esperando a que él me abriese la puerta.
Un Luke somnoliento y sin camiseta me abrió la puerta. Estaba durmiendo.
—¿Sabes qué hora es? —se queja.
—Sí, las cuatro de la tarde.
Sus cejas se levantan y luego me deja pasar.
Tiempo más tarde ya estaba drogada... y llorando. No recordaba cuántos puros me fumé pero cuerda precisamente no estaba. Me encontraba en el suelo con Luke mirándome con lástima.
—De verdad no... no puedo aguantar nada. Creí que ya lo había superado pero cada que lo tengo frente mío me pierdo y... y cada vez que cierro los ojos lo veo a él con ella.
—No deberías estar llorando. Él no se merece tus lágrimas.
—Pero no puedo evitarlo. Estoy débil gracias a esto. —Le señalo el rollo.
—No estás débil por esto... Esto, esto solo te afloja y te puedes liberar, no te hace débil. Tú manejas tus sentimientos.
—Es que... me hace querer llorar y ¡Agh!
—Te entiendo.
Niego, cuando me quiere pasar de nuevo el rollo. No quería más de esa cosa, pero una parte de mí, una pequeñita, estaba obsesionada con probar más y más de eso. Debía controlarme o terminaría siendo una adicta.
—Lía... me han dado nueva mercancía... una poderosa, tal vez eso duerma tu lado depresivo.
—¿De qué mercancía estamos hablando? —pregunto con sumo cuidado.
—Cocaína.
—Si yo pruebo eso... ¿Sería una adicta al crack?
—No. Si es que pruebas una vez, no tienes que hacerlo siempre. Solo cuando te sientas mal.
—Siempre me siento mal, Luke.
Él me mira con advertencia y luego se levanta del suelo. Yo me quedo pensando, debatiendo, si sería buena idea probar eso. ¿Lo es? Claro que no, pero no tengo otra opción, ¿verdad?
Luke vuelve con un sobrecito con algo blanco, polvo blanco. Se arrodilla frente a mí y me entrega el sobrecito en la palma de mis manos. Me quedo observando el polvo con duda. ¿Esto resolverá mis problemas? Lo veremos.
Abro el sobre, y, antes de hacer algo, Luke me entrega una tarjeta y un sorbete. Sabía cómo se usaba, es decir, no era estúpida; había visto películas en donde lo hacían y no era tan difícil. Me levanté y caminé de rodillas hasta la pequeña mesita que estaba al lado de su cama. Tiré el polvo en la mesa e hice una línea con la tarjeta, luego me preparé y miré a Luke con nerviosismo. Él solo me miraba alentador. Le hago una mueca y, luego, aspiro el polvo con ayuda del sorbete. Pestañeo fuerte y luego me limpio la fosa con la que acabo de succionar el polvo.
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Besos Lejanos [#2]
Teen FictionAurelia está decidida a ser una nueva persona, ya sea para bien o para mal... Las cosas no siguieron de la mejor forma tras el último año, tal vez los siguientes que pase ahí seguirán de mal en peor. Solo es cuestión de acostumbrarse a la tormenta. ...