El amor nos encontró, pero a la vez nos perdió.
AURELIA
Una vez, alguien me había dicho: "No pretendas ser alguien que no eres por amor". Nunca había estado tan en lo cierto esa frase. Comunmente, cambiamos lo que somos para encajar, para "enamorar" o caer bien al otro. Cuando eso nos hace perdernos a nosotros mismos y a esa persona tal vez.
No siempre hay que encarjar en la sociedad, siempre puedes ser el fósforo que detenga el fuego. Tal vez sólo somos un bucle, repetimos situaciones que vemos día a día.
Solo podemos ser nosotros mismos, nuestro camino. No podemos seguir los pasos de los demás porque no sabemos hacia dónde nos guiarán.
—Lía... ¿te parece este color? —cerré los ojos y me permití prestarle atención a Bethany.
Cerré el libro en mi regazo y le sonreí, distraída. Tenía dos pedazos de tela en cada mano, uno era de color ciruela y el otro era carmín. Dos colores muy bellos.
—Mhm... Ese. —Le señalé el de color ciruela.
Estaba distraída e indecisa, pero no quería que ella lo notara. Había decidido acompañarla para despejar mi mente y pensar claro. Y sabio.
Tomar una decisión que pondrá en juego tu destino era muy difícil.
Salir con ella era muy divertido, y extraño ya que siempre se le antojaba alguna que otra cosa con otra muy diferente a esa. Tal vez era algo de embarazadas. Quería saber cómo se sentía tener un bebé dentro tuyo, pero jamás lo sabría.
—¿Ya decidiste cuál sería su nombre? —curosee mientras empujaba la carriola llena de cosillas del bebé. Caminar al aire libre le hacía bien, o eso parecía.
—Estuve... pensando en unos nombres, pero no sé aún, no me decido.
—¿Cuáles son? Si es que se puede saber. —Reí.
Su risa me contagio. Ambas caminábamos en las calles de piedras del centro.
—Si llegara a ser niña, pensé en Kate... —se sonrojó, aún no sé por qué— O en caso de ser niño, sería Marcus.
—Beth, son hermosos. —Apoyé mi mano en la suya y le dí un apretón, haciéndole saber que estaba de acuerdo con ella.
Ella sonrió y ambas solo nos dedicamos a volver a la casa del bosque. Claro que nos había pasado a buscar Ryan, no habíamos ido caminando hasta allí.
—¿Están consientes de que mañana ya es víspera de navidad? —nos recordó el rubio.
Abrí los ojos como plato. ¿Había pasado tan rápido? ¿Había pasado un año ya? Carajo.
Esta fecha me traía recuerdos, ninguno bueno. Aún recordaba cuando se fue y tuve que pasar por mi peor infierno otra vez. Me había puesto melancólica.
—Estuvimos pensando, con los demás... más bien, propusimos jugar un juego.
—¿Ah sí? —el chico rubio asiente y mientras voltea y apoya su mano para hacer marcha atrás— ¿Y de qué tipo de juego estamos hablando?
Él rechista y vuelve a su asiento, pero ésta vez mirándome con ojos cansados. El pobre tenía ojeras, esto de tener que ser chófer ya lo estaba agotando. Yo podía ir sola, pero él era obstinado y prefería llevarme a todos lados.
Se pasa las manos por la cara y las deja allí por un tiempo. Luego, murmura tan bajo:
—Beth, ¿podrías explicarle?
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Besos Lejanos [#2]
Teen FictionAurelia está decidida a ser una nueva persona, ya sea para bien o para mal... Las cosas no siguieron de la mejor forma tras el último año, tal vez los siguientes que pase ahí seguirán de mal en peor. Solo es cuestión de acostumbrarse a la tormenta. ...