承Her | m. yg

t r e i n t a y c u a t r o

Capítulo Especial
TaeHyung ver.

"Sé que estoy atrapado en esta miseria. Supongo que no soy suficiente como solías pensar, así que sólo correré."

—
๑
—

Seúl, 2018.
Febrero 20.

No quiero complicar el ritmo que estamos llevando pero me estoy quedando sin palabras con cada día que pasa. Estoy cambiando, no sé si para bien o mal algo dentro de mi crece y mis emociones son volátiles y cambian con cada nuevo amanecer.

Miro mi reflejo en el cristal de mi habitación, la vista es preciosa. Escucho los pasos acelerados de Hoseok y Jimin, la risa de Jungkook y el sonido de los trastes, Jin está cocinando, puedo oler las especias entrando por los pequeños huecos de mi puerta.

Están tocando el timbre, ya sé quiénes son pero no me atrevo a salir y recibirlos.

Escucho los gritos de NamJoon hyung bajando las escaleras pidiendo paciencia para llegar a la puerta y abrir.

Llevo días enteros sin dormir, tengo náuseas y no paro de arráncame las uñas. Tengo tanto miedo. No quiero perder a ninguno de los dos.

Mi saliva apenas pasa mi garganta, y me debato en salir, pero su voz resuena en toda la habitación iluminada con los pequeños rayos del sol que entran por las persianas.

—¿No piensas salir a desayunar? —YoonGi entró sin pedir permiso.

—Buenos días hyung, claro, pasa, es tu habitación —dije con sarcasmo.

Me senté en el filo de mi cama y el corazón me pesaba, mi estómago estaba echo un lío.

—¿Has pensado en lo que platicamos hace días? —cuestiono sin más.

Eso bastó para que mi estómago diera un vuelco.

—Me es difícil hablar de eso en este momento, no quiero hacerlo.

—Eres un gran hombre Tae, intenta ser más valiente y levanta ese trasero y ven a comer entonces.

Antes de que pudiera irse, me levanté lo más rápido que pude y lo tome del brazo, reteniéndolo, nuestras diferencias de alturas hicieron que sintiera incluso más pesar y ternura por mi hyung.

—N-no quiero que las cosas sean así —pedí en súplica, y mis ojos se inundaron—. Por favor no me hagas hacer esto, no sabes, no tienes idea, en la posición en la que me estás poniendo.

Mis sollozos se vieron silenciados por sus brazos rodeándome.

—Sé que te pido demaciado —dijo apenas llegando al hueco de mi cuello—. Pero confío plenamente en tí y en tus sentimientos.

¿Cómo hago para que el dolor se detenga? Quería gritarle que estaba siendo demaciado egoísta e injusto, quería decirle tantas cosas pero mis ojos eran un río y mi garganta tenía un nudo.

[ . . . ]

—¡Esto está delicioso! —vocifero JungKook—. Dios mío tenía tanta hambre.

Jin le dió un zape y lo regañó por comer demasiado rápido.

Apenas y probé bocado, mi estómago seguía igual que hace días. No podía comprender como todos actuaban como si nada.

—¿No vas a terminar eso? —NamJoon le pregunto a MinJi mientras apuntaba su plato. 

Ella se disculpo y negó con la cabeza poniéndose de pie rápidamente.
YoonGi se levantó inmediatamente y detrás de él le sigo Jin, a lo lejos escuché una arcada y controle la mía, aparte mi plato y ví a JiMin frente de mí. Este me alzó la ceja y trate de ignorarlo.