承Her | m. yg

c a t o r c e

"La gente sonríe de manera forzada, mientras esconde la mentira en la palabra amor como si fuera para siempre".

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—¿Cómo te sientes?

Goteo, pitido, goteo, pitido.
La voz de JongSuk.
El olor a desinfectante y muerte entraba por mis fosas nasales.

—¿Qué día es hoy MinJi?

De nuevo, goteo, pitido, goteo, pitido.
La voz de JongSuk.

—Q-Que fastidio.

—Esa no es la respuesta correcta, pero vas bien.

—¿Q-Qué paso ayer? —me removí incómoda sobre la camilla.

—Ni te imaginas —me estrujó contra su cuerpo.

—JongSuk-yah, ¡dejame!

—Esos honoríficos —me regañó—. No voy a quitarme, es cómodo estar aquí.

—Me siento del asco y tú no ayudas —chillé—, ¿dónde está YoonGi?, ¡diablos la agencia! Hoy es lunes treinta y uno.

—¡Hey hey hey! —JongSuk me silencio con su mano derecha—. ¿Tienes una maldita idea de cómo pusiste a todos? ¡Ellos parecían dementes yendo de un lado a otro!

—¿Ellos?

—¡Shh! Todos los chicos están aquí, incluso tu gefe MinJi —miré con pánico hacia la puerta de mi habitación—. Olvidaba decirte, Yongguk también está en la cafetería del hospital, con JiHo.

Me dieron náuseas de tan sólo pensar el caos que provoque. Tenía tanto miedo.

—¿Q-Qué f-fue lo que les dijiste?

—Tienes suerte, SeokJin me contacto en la madrugada e hice algunas llamadas para que tu expediente quedara en privado y sólo para familia o tu doctor de cabezera, o sea, yo —sonrió galante y presumido, pero de inmediato su bella sonrisa se borro.

JongSuk me miró a los ojos por incontables minutos. Hasta que los cerro y me apegó un poco más a él.

—J-JongSuk...

—Les he dicho que no has cuidado de tu salud alimenticia como se debe, que por eso últimamente has estado bajando de peso y sufres de mareos entre otras cosas.

—¿L-Lo creyeron?

—La mayoría, menos YoonGi y Yongguk.

—Estoy en en problemas, maldición.

Jong sólo permaneció en silencio.
Y minutos después, para "alivianar" el ambiente, soltó una confesión que ya la había imaginado hace tiempo.

—Estoy muy celoso, ¡odio que haya tantos hombres a tu alrededor!

Yo amaba a JongSuk, lo adoraba, pero no de esa forma. ¡Muchos confundían nuestra relación!
Y es que detrás de nuestra amistad, se encontraba un rarísimo y muy, muy cliché pasado.

—No es verdad, realmente los únicos son, obviamente tú y JiHo.

—¡Mientes! —negó—. ¡¿Qué hay sobre tener amigas MinJi?!, no te conozco ni una sola.

—Tengo a Dahye —traté de sonreír—. Jong, tú sabes bien que no creo mucho en las amistades.

—Deberías empezar a creer —sentenció.

—JongSuknie~ —enarqué las cejas juguetona—. No estés celoso, eres mi primer hombre en la vida desde que eramos pequeños y estoy tan agradecida de que aún sigas a mi lado a pesar de todo.