Capítulo 53:
<<ABEL>>
Nos despertamos a las 2 de la tarde, tenían hambre. Les di su mamadera luego demedia hora porque aun no me familiarizaba del todo con preparar mamaderas, nunca en mi vida lo había hecho y me estaba costando aprender a hacerlo bien para que no estuviese tan caliente, a veces dejaba que se enfriara mucho. Otro caso similar era el hecho de cambiar pañales. Ya había tenido varios percances a la hora de cambiarle el pañal a Federico. Nunca nadie dijo que ser padre era fácil, pero ser padre primerizo de mellizos era… interesante. Lo lindo de todo esto era aprender y guardar hermosos recuerdos.
Por la tarde Laura salió a pasear con ellos para pasar un rato juntos ya que no los volvería a ver hasta el lunes de la semana que viene. No era mucho tiempo pero ella era una abuela mimadora. En la noche me quedé con Samantha para cuidarla, mañana mamá vendría con los mellis a buscarme para ir al aeropuerto y llegar más rápido a Jujuy, no me arriesgaría a viajar más de doce horas en el motorhome con mis hijos recién nacidos. Los chicos de la banda viajarían hoy a las 8 de la noche para ya estar allá cuando nosotros lleguemos.
No dormí en toda la noche, siempre tuve el presentimiento de que Samantha se movía, de que iba a despertar. Vi que se movió acostada como acomodándose en la camilla, agradecí a la vida el darme esta señal. Era como Samantha había dicho en mi sueño: “Nos vemos pronto”. Y cada vez tenía más fuerzas para seguir adelante, para afrontar todo lo que se me presentase.
En la mañana me llegó un mensaje de mamá: -Estamos saliendo de casa, cuando lleguemos al hospital Laura te avisará así sales y nos vamos.
Era hora de irme, me senté junto a Samantha y acaricié sus mejillas.
-Amor de mi alma… Ya nos vamos, prometo cuidar de los niños y prometo llevarte presente conmigo a cada momento. Sé que vas a despertar pronto, mi amor, tengo la fe. Voy a estar siempre contigo, amándote. Por favor, no vayas a abandonarme, no vayas a dejarme solo, te necesito para ser feliz. Me entristece tener que dejarte aquí, estando tú en este estado, pero sé que vas a estar bien y que tendremos millones de momentos para compartir en esta nueva vida… -Alguien golpeó la puerta y entró. -Abel, buen día. Susi está abajo, esperándote con los bebés. –Dijo Laura. -Buen día, Laly. De acuerdo, me despido de Sammy y voy con ellos. -Está bien, flaquito. Me quedo en el pasillo, te dejo a solas. –Cerró la puerta.
-Espérame como yo te estoy esperando. Voy a dedicarte una canción en el recital. Te amo, amor de mi vida. Regresamos en cuatro días. ¡Te amo y nos vemos pronto! –Besé sus labios y luego le di otro beso en la frente, el beso que la cuidaría mientras yo no estuviese allí.
Salí de la habitación y me despedí de Laura para luego emprender el viaje hacia Jujuy con mamá y mis hijos. Ya no sentía el miedo que me torturaba hasta hacía algunos días, sabía que se aproximaba la hora de tenerla en mis brazos y volver a ser felices como lo habíamos sido, a escribir una nueva página en blanco y amarnos por el resto de la eternidad.