Capítulo 51:
<<ABEL>>
-¡Abel, mírate! Estás durmiendo muy incómodo, niño, ¿por qué no me dijiste que estabas cansado? Hubieras ido a dormir con los bebés y yo cuidaba a Samantha. –Dijo Laura al entrar a la habitación, me despertó muy rápido y me asusté. -Me quedé dormido, no es nada. –Me estiré un poco y vi que mamá entraba con el cochecito, Alma estaba dormida y Federico venía jugando con sus manitos. -¡Hola pequeños, buen día! –Me acerqué al coche y alcé a Federico, ya que estaba despierto. Sin saber por qué, él comenzó a llorar. -¡Hijo! ¿Qué sucede, campeón? –Lo abracé durante un largo rato y dejó de llorar. -Es como si los mellis estuviesen tristes… -Dijo Laura. -Necesitan de su madre… -Dijo mamá. –Y tú también estás mal, hijo. No me gusta verte así, en ese estado no ayudas. -Mamá, no empieces a retarme enfrente de mis hijos… -Reí, pero era cierto, necesitaba volver a la gira pero me dolía apartarme un centímetro de Samantha. Era una situación difícil. -Hijo, halo enserio. Deberías salir, despejar tu cabeza, no sabemos cuándo despertará… y por más que nos cueste aceptarlo, nosotros no podemos hacer nada. -Mamá, no digas eso, por favor. -Abel, tu madre tiene razón. –Intervino Laura. –Yo trato de hacer mi vida también, Samantha es mi hija y tengo que darle fuerzas a ella y a sus hijos, por eso no dejo que esta situación me consuma como lo está haciendo contigo. Escucha a Susana, tiene algo que proponerte. -De acuerdo, dime, mamá. ¿Qué sucede? -Hay un festival que se realizará dentro de dos semanas en Jujuy, nos llamaron a los chicos de la banda desesperados porque hay mucho artistas que se bajaron de la lista y no tienen a quién llamar. Saben que habías hecho una pausa con la gira, pero te necesitan… -Mamá, no sigas, sabes que no lo haré. -Hijo, los productores del festival dicen que van a pagarte lo que tú quieras, el doble, como desees, pero te necesitan. Los chicos se pusieron contentos porque extrañan la gira y todos sabemos que eso es lo que te pondría bien en este momento, entonces ellos hablaron conmigo y les dije que iba a comunicártelo. -Pero mamá, tengo dos hijos recién nacidos y a mi mujer internada… -A Samantha la cuidaré yo, sólo te irás por dos días. –Dijo Laura. –Y a ti te acompañará tu madre para ayudarte con los niños. Me gustaría cuidarlos también pero necesitan de ti ya que Sammy aún no despierta… -Así es hijo, no vamos a cobrarle el doble a la producción del festival porque no hacemos eso. Vas a retomar la gira por ese fin de semana, vas a cambiar de aire y le vas a hacer un bien enorme a los mellis, ¡no te das una idea de cómo les afecta esto también a ellos!
Por más costoso que fuese, debía aceptarlo. Quizás era algo bueno que mamá me hiciera esta propuesta. Estaba ansioso de saber que mis hijos me verían por primera vez en el escenario (más allá de que sólo tienen 2 meses y quizás dormirían toda la noche) pero era genial el hecho de ser padre de dos hermosos bebés y me moría de ganas por mostrarles mi vida, la magia de los shows, la gran familia que adquirí a lo largo y a lo ancho del país. ¡Era genial pensarlo! Quizás dentro de unos años tuvieran la herencia de este arte y me acompañaran cantando en los recitales.
Mi cabeza y mi corazón estaban repletos de sueños que anhelaba cumplir, deseaba con ansias que Samantha despertara porque ella me daba la esencia de todo esto. Yo era padre gracias a ella, que cuidó de mis mellis tanto tiempo, tiempo del que no participé… Pero ya no era hora de continuar con lo mismo, ahora estaba con ellos y con ella, en cierto modo.
Tenía muchas ganas de realizar el show en Jujuy, pero tenía miedo de chocar con la peor noticia cuando volviese de la gira. Pero era cierto lo que mamá decía, no podemos hacer nada, sólo su organismo sabe si despertará…
