Capítulo 18:
Desde aquel día, nuestra relación nunca fue la misma. Vivíamos juntos, hacíamos todo juntos, pero la confianza cuando se pierde, no se recupera, al menos era así como yo lo veía.
Un mes lo soporté, le di una oportunidad pero el muy idiota no la supo valorar. Seguía viéndose con aquella, yo lo sabía. Una calurosa noche de noviembre, me cansé de esperarlo en “nuestra casa”, nunca llegó, nunca atendió el teléfono.
Se dignó a aparecer a las siete de la mañana, borracho, con la ropa toda desabrochada, ahí descubrí que él no era el hombre que yo quería.
Matías pasó directo al baño para ducharse. Yo me levanté para desayunar, debía irme temprano porque tenía que guiar un tour. Cuando salió del baño, yo estaba tomando mi café. No le daba la cara ni para mirarme a los ojos. Tomó una taza, se sirvió café y se sentó a la mesa, conmigo.
-Lo siento… -Dijo luego de que el agobiador silencio lo derrotara. -¿Piensas que con un simple “lo siento” yo voy a tapar mis ojos y hacer como que nada ha pasado? -Sammy, escucha, yo no quise… -Trataba de excusarse. -¿Tú no quisiste qué? ¿Engañarme? Si no quisiste hacerlo una vez… ¿Por qué lo sigues haciendo, Matías? -Samantha, por favor, escúchame, lo siento… -Imploraba, pero yo no lo sentía, si lo perdonaba, no hacía valer mis sentimientos. -Ya es tarde, Matías. Ya lo hiciste, y no sólo una vez. No puedo estar con alguien así. Mira lo que has hecho con todo lo que construimos en diez años. ¡Mira! Lo has echado todo a perder. Yo lo siento, yo siento haber estado contigo todos estos años, haber perdido tanto tiempo con alguien así. –Me dirigí a la habitación para buscar mis llaves y mi bolso. Cuando regresé al comedor, él estaba allí, mirándome. Me dolía en el alma, pero debía decírselo, yo no era aquella tontita que soportaría todo. –Hoy tengo un tour y no volveré en todo el día. Cuando regrese en la noche, espero que ya te hayas ido. Esto se acabó. -Salí rápidamente de la casa para que no me viese llorar.
Ahora lo recordaba como una pesadilla, nada más. Pero todo lo que había vivido en noviembre había sido el mismo infierno.
Recuerdo que aquella noche, cuando regresé, toda la casa estaba a oscuras y silenciosa. Cuando entré en la habitación, noté que Matías no se había marchado. Encendí la luz para ver el comienzo de mi castigo de por vida.
Matías se encontraba con un arma en la mano.
-¿Qué haces con eso en mi casa? –Pregunté asustada. -Tú lo quisiste así… -Respondió tranquilo mientras jugaba con ella. -Sabes que no está bien lo que vas a hacer. –En realidad, yo no sabía lo que haría, pero no era nada bueno si se trataba de traer un arma a casa luego de separarnos. -Al fin vas a conseguir lo que quieres, estar sin mí, alégrate. –Colocó el arma en su cabeza. -¡Estás loco! ¡Enfermo! ¿Qué vas a hacer, culparme? -No, ya escribí una carta, explicando todo. Pude haber cometido un error, que no fue perdonado. Y ahora me echas de tu vida, y yo no puedo vivir sin ti. –No podía creer que comenzara a hacerse la víctima. Al ver que yo no le prestaba atención, cargó el arma y se acercó hacia mí. Colocó su cabeza junto a la mía, me tenía apretada contra la pared, yo no podía moverme. Comenzó a asustarme, estaba tan nervioso, ¿sería capaz de hacer algo así si me amaba? -¿Qué haces? –Logré modular. -Nos iremos los dos, solo los dos. Estaremos juntos para siempre. –Colocó el arma en su cabeza para que la bala nos diese a los dos. Comencé a llorar del pánico. -No… No… estamos aquí, míranos. No pasa nada… amor… -me costó tanto decir aquella palabra pero era necesaria. -¿Lo dices enserio? -Sí, sí, yo estaré contigo, pero no hagas nada Matías, si tanto dices que me amas, demuéstramelo haciendo cosas lindas, no matándome. –Pensó un rato y luego habló. -Tienes razón. Y porque te amo, quiero proponerte algo. -¿Qué quieres? -Cásate conmigo… -¿Estás loco? –Pregunté confundida y asustada aún. -¡Cásate conmigo! –Gritó. Quitó el arma de su cabeza para apuntarme directamente a mí mientras repetía aquella frase. -De acuerdo, de acuerdo, me casaré contigo, lo haré, sí…
Aún no sabía cómo contarle aquella historia a Abel, si bien había pasado ya cuatro meses y nunca encontré el arma en la casa, era como increíble, pero cierta.
![](https://img.wattpad.com/cover/36543587-288-k174150.jpg)