Capítulo 52

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Capítulo 52:

<<ABEL>>

-Mi amor… -Me senté en la camilla y tomé la mano de Samantha. Extrañaba ver el color en sus mejillas, su sonrisa… y el hermoso brillo en sus ojos que me hacía sentir el hombre más enamorado en el planeta. –Voy a retomar la gira por una noche, vamos a dar un concierto en Jujuy este fin de semana. Estoy ansioso de que los pequeños vivan su primer chow… ¡Me encantaría que estuvieras conmigo esa noche! –Besé su mano e hice una pausa. –Espérame aquí, ¿sí? No vayas a irte, no vayas a abandonarme… sabes a qué me refiero… Hago esto para cambiar un poco mis aires, y por los bebés. Pero no pienses en dejarme porque no sé qué será de mí…

Me senté en la silla, junto a la camilla y no noté el momento en el que me quedé dormido.

<<-Mi amor, ¡mi amor! ¡Te he extrañado tanto, mi amor! Me hiciste mucha falta en estos meses, mi alma. Sabes que yo siempre he querido que seas feliz, ¿verdad? Sólo necesito que me prometas algo para poder mantenerme aquí, buscando fuerzas para ya no estar postrada en esta cama, luchando para regresar…>> <<-Dime, princesa. Lo que sea haré. >> <<-Prométeme que jamás volveremos a estar lejos si peleamos. ¡Te amo! Espero que disfrutes el show del fin de semana, mi cielo. Sólo te pido que cuides de nuestros hijos y que cuides de ti. Diles que los amo con el alma. ¡Nos vemos pronto! >>

Desperté rápidamente, mi ropa estaba mojada por el frío sudor que recorría mi cuerpo. Mis manos temblaban. ¡No podía creer lo que había soñado! Era ella, se había comunicado conmigo a través de un sueño. Besé sus labios con intensidad, con desesperación, en medio del llanto.

-¡Jamás volveremos a pelear! ¡Jamás volveremos a distanciar nuestro amor por nada! Eres el motor de mi vida, daría todo por volver a tenerte en mis brazos, sonriendo, viviendo la hermosa familia que construimos, disfrutando juntos de nuestros hijos. Y llegar a viejitos tomados de las manos, manteniendo encendida la chispa que nació cuando nos conocimos. ¡Te amo princesa! ¡Gracias por darme, en este sueño, la fuerza que necesitaba para continuar con todo esto!

Ese sueño me cambió el ánimo, estaba tan feliz. Recibí un llamado de Ariel. Quería avisarme que viajaríamos mañana viernes, aunque el recital fuese el domingo, para poder realizar varios ensayos ya que hacía bastante tiempo que no practicábamos y queríamos que fuese una magnífica noche.

Mamá y Laura llegaron al poco tiempo, pasadas las 9 de la mañana y yo pude ir a casa a bañarme y a preparar mis cosas y las de los niños. Estaba agradecido de que los mellis fuesen tan tranquilos, mientras me bañaba, cantaba fuerte para que ellos escucharan mi voz y no se asustaran al no verme y estar solos en la habitación.

Luego de haber armado las valijas, me recosté en la cama con ellos, Alma jugaba con su sonajero y Federico trataba de morder su pie. No podía evitar sonreír y sentirme el papá más baboso del mundo al verlos felices, jugando. Me acosté y los recosté en mi pecho para abrazarlos, se acomodaron rápidamente entre mis brazos para tratar de quedarse dormidos.

-¿Saben qué me dijo mamá? –Almita colocó su diminuta manito sobre mi mejilla y Federico se quedó mirándome a los ojos. –Mamá dijo que pronto vendrá para estar con nosotros y que los ama con el alma. –Besé a cada uno en la frente y nos quedamos dormidos.

Sin Luz Propia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora